Tras ofrecérselo la Casa de la Misericordia, se encargará de naturalizar todas las cabezas en función de los encargos que reciba
Entre las personas de la comarca de Ciudad Rodrigo que se desplazarán en los próximos días a Pamplona para disfrutar de los encierros más populares del mundo, los Sanfermines, estará un mirobrigense que irá por un novedoso motivo que permitirá establecer una novedosa conexión entre dos tierras donde los encierros son santo y seña de sus respectivas fiestas.
Esa persona es el taxidermista José Luis Martín Moro, cuya empresa Ibernatur Taxidermia se ha quedado con las cabezas de todos los toros que se podrán ver durante los Sanfermines, que serán traídas hasta la comarca mirobrigense para ir procediendo a su naturalización en función de los encargos que vaya recibiendo.
Según explica el propio José Luis Martín, la empresa responsable de los festejos taurinos de Pamplona, la Casa de Misericordia, le ofreció la posibilidad de quedarse con los derechos para encargarse de naturalizar las cabezas de los 48 toros que se correrán en los encierros, de los sobreros que puedan salir a la Plaza durante las corridas de la tarde, así como de los astados que se lidiarán en la corrida de rejones y en la novillada que tendrá también el ciclo taurino de Pamplona (como mínimo 60 toros en total).
José Luis Martín apunta que cuando se lo ofrecieron desde la Casa de la Misericordia, se lo pensó, ya que puede suponer perfectamente "el doble de trabajo", pasando de naturalizar "unas 40-50 cabezas al año [de lugares como Madrid, Coria, Benavente, Santander, Huelva, Sevilla, además de la cabeza del Toro del Antruejo], a puede que otras 40 más" (dependerá de los encargos).
Sin embargo, pese a este notable incremento de trabajo, decidió quedarse con los derechos para naturalizar las cabezas, porque sabe que van a hacer "un trabajo digno, y además, ya que te dan la confianza, hay que aprovechar", definiendo como "un orgullo que alguien de Ciudad Rodrigo se quede con el emblema del encierro, Pamplona", lo que se une a que como taxidermista "también es un orgullo".
Como decimos, las naturalizaciones de las cabezas las irá haciendo en función de los encargos que vaya recibiendo, que pueden llegar de cualquier sitio y de cualquier modo (él durante los Sanfermines estará en el callejón de la Plaza). De hecho, ya se están colocando anuncios en Internet ofreciendo esta posibilidad, "y ya hay gente que está encargando" cabezas, aunque eso no les asegura que sea para ellos por el 'escalafón' que se sigue en el mundo taurino para quedarse con las cabezas.
Según explica José Luis Martín, a la hora de quedarse con una cabeza tiene preferencia la empresa que organiza los festejos. En este caso, la Casa de la Misericordia no está interesada en principio en quedarse con ninguna. Posteriormente, puede hacerlo el ganadero, y como tercer escalón, el torero que lidie al astado, que puede querer quedarse la cabeza porque haya hecho una buena faena o le haya cortado orejas. Si ninguna de esas personas la quiere, puede acceder a la cabeza cualquier persona, por ejemplo, corredores de los encierros que las quieran tener de recuerdo, o simplemente público en general (las cabezas de los Miura suelen ser bastante demandadas).
En función de quién sea la persona que haya hecho el encargo, el proceso de naturalización "varía", ya que por ejemplo si la cabeza es para un ganadero o para un torero, el gesto que se le deja a la cabeza es "más noble", mientras que si es para un corredor, suelen preferir un gesto más "agresivo", por ejemplo si ha estado a punto de pillarle. Como apunta José Luis Martín, "cada toro tiene una expresión". En este caso, será más fácil 'reconstruir' la morfología del toro ya que se hacen muchas fotos de los mismos.
Hay que apuntar que, aunque lo más conocido es la naturalización de cabezas, también hay personas que quieren transformar los toros en alfombras. Por ejemplo, "un aficionado quiso una alfombra con el toro al que le cortó una oreja Talavante".
El proceso que se seguirá en Pamplona es que al terminar las corridas, se desollarán las cabezas y se guardarán en cámaras, para al finalizar los Sanfermines, traérselas a la comarca y empezar con las naturalizaciones.
El hecho de haberse quedado con las cabezas hace que José Luis Martín lleve "un mes de locura preparando todo", indicando que está "algo nervioso porque llegue el día e ir para allá", confiando en que "todo salga bien". Según apunta, estar en Madrid "ya es la leche por ser la cuna del toreo, pero para mí como taxidermista estar en Pamplona es lo más al ser la cuna del encierro".