Dios está azul. El mundo está azul. La rítmica disposición de los arados nos habla de un orden marcado por la sucesión estacional de la naturaleza, a la que se acomoda la labor del hombre: siembra, generación de la mies, siega, trilla... El pájaro conte
Dios está azul. El mundo está azul. La rítmica disposición de los arados nos habla de un orden marcado por la sucesión estacional de la naturaleza, a la que se acomoda la labor del hombre: siembra, generación de la mies, siega, trilla... El pájaro contempla, sin saberlo, pues no tiene conciencia, la plenitud del mundo. Melodías del mundo. Melodías del ser y de las criaturas, en ese azul hermoso al que se entrega todo.
José Luis Puerto (Texto) / Ángeles Rebollo (Fotografía)
La mirada se recrea en un arado/vertedera situado en la zona de La Armuña. Curiosa estampa la del pájaro posando en este apero de labranza.