El salmantino Juan del Álamo se fue de vacio en su primera comparecencia en Madrid; a punto estuvo Fortes de cortar una oreja por su valor seco y aplastante mientras Román dio una lección de madurez y verdad
MARÍA FUENTES
Las Ventas, esa que da y tanto quita, esa que altera los sueños de más de dos. Es lo que es Madrid por algo, aunque cueste entender determinadas actitudes de quienes a este coso dan la seriedad que tanto le honra. Fue injusto ver una plaza boca abajo cuando en el peto 'Pájaro' dio reflejo de su justa fuerza para ser entonces cuando se acabaron las opciones para Juan del Álamo, y más injusto fueron los dos silencios con los que el salmantino se volvió al hotel cuando es consciente de que necesita todo lo contrario. Es difícil torear en Madrid, por lo que implica, y más difícil es hacerlo con una plaza en contra que no quiso ver la clase y la nobleza de este primero de Lagunajanda. Hubo, aun así, torero, porque le ganó pasos con mucha técnica Del Álamo al animal, rematando con la media y una airosa revolera. Se enceló en el peto en la primera vara para evidenciar después esa falta de fuerza, y se le pitó, y se pidió la devolución sin suerte. Aplomado toro y disposición de Juan que no se arrugó ante la tensión de los de arriba.
No se aplomó tampoco ante su segundo, un animal de estampa seria que nunca quiso hacer las cosas bien, siempre desclasado en los compases muleteriles del salmantino que trasformó su rostro en decepción cuando las cosas no salían, y asumió que su primera carta en Madrid se había agotado. Queda otra tarde.
No se agotó la entrega de un Saúl Jiménez Fortes que debe tener el alma rota cuando clava las zapatillas en la arena con la verdad más absoluta de quién huele a grandeza. Este no vino a Madrid a por silencios, ni tampoco le importa que le piten cuando entrega su valor más seco y no se cansa de dar razones ofreciendo el pecho sin trampas. De un luchador hombre, a un 'Luchador' de Lagunajanda de justa clase, exigente y descastado. Sin pensárselo dos veces, el malagueño se fue a los medios con la montera calada tras pedir permiso presidencial y se lo pasó por la espalda de rodillas en un espectacular inicio. Se puso en el sitio, derrochó valor por ambos lados con un animal siempre a menos. Lo siguió intentando como si el toro fuera el mejor Saúl, muy de verdad siempre en su proposición e intentando que se mantuviese la emoción en el tendido. Firme de plantas también estuvo en las bernadinas finales, matando de estocada entera que fue efectiva. Ni un paso atrás, a sangre y fuego. Se pidió la oreja que el palco no concedió una oreja que hubiera sido justa.
No tuvo opciones ante su segundo, sobre el que expuso otro nuevo alarde de valor. Con los pies juntos por estatuarios citó Fortes al animal más allá de las rayas del tercio. Con las manos por delante y con una embestida corta fueron las impresiones que dio el de Lagunajanda en los primeros compases muleteriles del joven malagueño, que ofreció siempre entrega pero sin trasmisión ante el soso en un nuevo derroche de valor.
Soso nunca fue Román, el valenciano de la eterna sonrisa, el que no pierde el compás. A 'Pianista", su primero Román le meció el capote a la verónica, que empujó al caballo, para brindar después al público de Las Ventas. Comenzó faena sacándose al animal a los medios. En ese terreno le planteó el toreo a diestras a un toro que le repitió en el inicio. También al natural consiguió ligarle muletazos el joven levantino. Ya más en corto, le sacó el toreo a zurdas, y fue en el pase de pecho cuando resultó prendido sin consecuencias por la chaquetilla. Magullado, le dio muerte al animal.
Con la misma sinceridad aplastante espero turno para recibir al cierraplaza, bajo pero con cara, un animal que ya le avisó de capote a Román. Detalles dejó Collado en el inicio muleteril, llevando por bajo al animal en doblones rodilla en tierra. Bien se acopló en la primera tanda por el pitón derecho, conectando esta vez sí con el respetable de Madrid, pero su oponente se apagó y escuchó silencio tras aviso. Otro silencio, uno más en una tarde que no rompió aún con la entrega de tres que dieron argumentos de porqué quieren mandar en esto, y que entre todo destacó un valor entre silencios de un Fortes que representa la verdad más absoluta en cada trazo. Ya llegará su turno.
FICHA DEL FESTEJO
Plaza de toros de Las Ventas. Sexta de la Feria de San Isidro. Corrida de toros.
Seis toros de Lagunajanda.
Juan del Álamo, silencio y silencio
Fortes, vuelta al ruedo y silencio
Román, silencio y silencio