Fernando Ledesma: poesía, impresiones y paisajes

Rodeado de sus obras -ese tríptico a medio hacer que recrea en la Sala de la Salina el rincón del pintor con su caballete, sus pinturas, su desorden colorido- Fernando Ledesma lee, emocionado, un poema de su padre reproducido en el catálogo de su exposición "Hierro castellano". La letra inconfundible del poeta José Ledesma, Pepe Ledesma, que habla de ese quejido castellano "Dolor de la Castilla de lo yermo". Tiene una voz de actor que lo es, el pintor Fernando Ledesma.

Charo Alonso: ¿Por qué has querido colocar en tu exposición este rincón de pintor? ¿Pintas de verdad en él?

Fernando Ledesma: Yo no llamaría a esto una exposición, es más bien una retrospectiva de quince años de trabajo. Un trabajo muy intenso. Lo que trabajas es lo que nutre tu vida, y yo quiero compartir esa vida, intento compartir mi trabajo de pintor que hago siempre solo y ahora quiero mostrar. Claro que pinto, muestro lo que hago y cómo lo hago.

A nuestro alrededor, las planchas de hierro pintadas por Fernando Ledesma parecen deslizarse hacia el suelo, colores, óxidos que resbalan por las paredes imitando ese ocre del campo castellano que tanto cantara el poeta Pepe Ledesma Criado, quien de tanto recorrer y versificar la ciudad acabó convertido en piedra junto a la muralla del río, se volvió estatua por obra y gracia de Mayoral en el rincón del poeta que ahora su hijo ha engalanado con su obra.

Charo Alonso: ¿Por qué el hierro?

Fernando Ledesma: Porque refleja muy bien esos paisajes interiores de "Terra Terruño", la parte de la exposición dedicada a la poesía de Pepe Ledesma. Todas las obras están organizadas conceptualmente, y para eso me he servido de la ayuda de un amigo excepcional y sabio como Paco Blanco Prieto. Mira, mi padre me dejó un testigo con este poema sobre el quejido de la tierra castellana, esta tierra dura, por eso uso el hierro, porque quiero hablar de este óxido que nos corrompe, saborear sus lágrimas de óxido que se derraman por el cuadro.

Carmen Borrego: Cuando empiezas a trabajar estas planchas ¿Sabes cuál va a ser el resultado final?

Fernando Ledesma: Yo me enfrento al hierro, lo trato y luego intento parar esas oxidaciones, la naturaleza siempre tiende al equilibrio, por eso me sorprende, es muy complejo trabajar con estos paisajes interiores, los del hierro y los de la poesía de Pepe Ledesma. Uso el concepto como pretexto pero el resultado de esta técnica me sorprende. Lo veo como un abrazo largo de futuros paisajes, por eso hay tantas variaciones.

Charo Alonso: Fruto de tu trabajo con el hierro es el mural escultórico que dedicaste a tu padre y que está delante de su estatua.

Fernando Ledesma: Si, fue un regalo que yo le hice a la ciudad, con elementos salmantinos, elementos de la poesía de mi padre, y el nombre de tantos por quienes apostó Pepe Ledesma como autor y mecenas y fundador de la revista Álamo. Es cierto que pueden faltar nombres, pero fue mi manera de habitar la ciudad, sus espacios, la gente que estamos en la cultura. Yo pienso que es importante rehabilitar las piedras, pero más importante es rehabilitar los corazones de los que viven entre ellas, y sobre todo compartir, compartir la obra, compartir la poesía.

Charo Alonso: Otra gran parte de los cuadros que expones son paisajes urbanos muy estilizados.

Fernando Ledesma: Yo cuando empiezo una serie voy de la figuración a la abstracción para acabar centrándome en la materia. Siempre se trata de tener un proyecto y continuarlo, seguir con esas alquimias que me devuelven otra vez a la materia. El hierro es aliado mío porque la naturaleza es la que me aporta, porque se trata de buscar la sencillez de la materia.

Carmen Borrego: Estos paisajes abstractos en blanco y en negro son originales, fantásticos.

Fernando Ledesma: El blanco y el negro te hace centrar, solo puedes expresarte con matices de dos colores. Se trata de sintetizar y sintetizar hasta llegar a lo básico. Es lo difícil de lo fácil, que decía el poeta Pepe Hierro.

Charo Alonso: Pepe Hierro que habló de tus cuadros y que tiene un texto en el catálogo.

Fernando Ledesma: El catálogo lo he diseñado yo y recorre muy bien todo esto: las series de El Quijote, Terra Terruño, dedicado a mi padre, los paisajes urbanos y estas Tauromaquias que quizás sean pintura para pintores y no para aquellos que quieran decorar su casa, cosa que es muy lícita, por supuesto. Estos cuadros de las tauromaquias fueron expuestos en Las Ventas, en Madrid y gracias a esos mecenas que apoyaron la obra. No es una obra fácil porque el gesto está muy estilizado, es el hueco evocador para que el espectador pueda intervenir en él, continuarlo. Yo los llamo de "Tradición digerida". Mis cuadros llegan tras una síntesis muy larga que llega hasta la abstracción, pero una vez que llega ahí debe volver a la forma, quiere regresar a la forma. Picasso pintaba y pintaba y de vez en cuando, dibujaba una figura absolutamente figurativa. Y cómo no hablar del tratamiento de la materia, Velázquez usaba capas y capas y capas? al final se impone la materia.

Fernando Ledesma no solo construye cuadros como un herrero, oxidando el color como un alquimista. También levanta casas, convierte las paredes en obras coloridas, como la que decora la plaza que tiene el nombre de su padre en la localidad lusa de Figueira da Foz. Las paredes, vigas y tejados vuelven a alzarse para convertir, una vieja casa de labranza castellana, en una fantasía de Gaudí, en un lugar de encuentro "La Panera Vieja" abierta a los amigos, a la música, al teatro, a la poesía, a la pintura. Hago el trabajo de un artesano con el objetivo de compartir, hay gente buenísima en todos los ámbitos culturales de Salamanca y es preciso darle sitio. Espacio de encuentro, espacio de materiales ancestrales y materiales de deshecho convertidos en lugar de charla, de calor y de creación aferrado a la tierra, a la piedra y a la voluntad tenaz de compartir el arte.

Fernando Ledesma: La pintura, la poesía es calle, es encuentro. Yo vengo de la Escuela de San Eloy, de la Escuela de Artes y Oficios, de la Facultad de Bellas Artes, reivindico el papel del artista, la necesidad de que haya salas como esta para exponer, lugares de encuentro donde surja la música, el cine? las piedras están muy bien, levantarlas, pulirlas, está muy bien? pero siguen ahí, la verdadera belleza es la de las personas que las viven, compartir el acto creativo con ellas. Ese es el pistón que mueve todo, eso sí es cultura, no tanto cuidar la piedra, sino el corazón de la gente que vive en ellas. Tanta gente buena en todos sus campos. Por eso fue tan importante la labor de mecenazgo de mi padre, traer y divulgar a los poetas de fuera y a los poetas de la ciudad. Cuidar lo que tenemos, ese es el quejido de la tierra, esa es la pena. No hay suficientes galerías, suficiente deseo de involucrarse?

Charo Alonso: ¿Por eso construiste "La Panera Vieja"?

Fernando Ledesma: Eso fue en el 2000, con materiales reciclados, con mucho esfuerzo para mantener esa vieja casa familiar de labranza y convertirla en un sitio donde se arropan corazones de una forma diferente. Un lugar para la poesía, para el teatro, para la música, para lo popular, para el arte? No se trata solo de rehabilitar las piedras, sino rehabilitar los corazones, esa es la manera de habitar las ciudades y no solo las casas.

Charo Alonso: ¿La ciudad como el rincón del poeta?

Fernando Ledesma: Viva, compartida, no solo las piedras. Los nombres, la gente?

El Quijote, imponente, que quiere salir del cuadro y cabalgar por los paisajes mesetarios, ocres y pardos de la Castilla parda que recorriera en versos Pepe Ledesma, parece enmarcar la figura, nada triste, del pintor salmantino que comparte no solo su casa, su charla, su afecto, su tiempo? mientras, los paisajes urbanos de sus composiciones en blanco y negro parecen radiografías de la angustia. Dentadas mordeduras de desolación de la ciudad. El óxido nos corroe la falta de imaginación y de respuestas, la falta de afecto por lo nuestro, y resbala hasta el suelo apenas contenido por la plancha que es el lienzo de este veterano torero de tantas plazas. La del teatro, la de la poesía, la del arte, la de una ciudad de muros recorridos por poetas en piedra devenidos. Fernando Ledesma.

Charo Alonso.

Fotografías: Carmen Borrego.