Sones del sur al compás de los volantes y el buen baile han sido los grandes protagonistas de las calles y plazas de Peñaranda este domingo gracias a la VIII edición de la Feria de abril, que congregaba a decenas de personas durante su día grande.
Una jornada que se iniciaba a las doce de la mañana en la iglesia de las Madres Carmelitas en la que tenía lugar la misa rociera que era aco
mpañada por los acordes y las voces del Grupo Arena.
Tras ella, sevillanas y acompañantes iniciaron un pasacalles en el que la música y el baile llevaba la feria hasta numerosos puntos de la ciudad, culminando en los lujosos salones del restaurante El Oso y el Madroño donde tenía lugar la comida de hermandad y la posterior fiesta rociera que se prolongaba hasta bien entrada la tarde.