La concurrida parte matinal de la Charrada contribuye al caos circulatorio en una calurosa jornada

Miles de mirobrigenses y forasteros están disfrutando desde primera hora de la mañana del Sábado Santo de la XXXVIII Fiesta de la Charrada, la segunda desde que regresó a su histórica ubicación en el calendario.

En contraste con tantas ediciones en que el evento ha estado marcado por la inestabilidad meteorológica o directamente por la lluvia (como el año pasado, cuando el Festival de la tarde se tuvo que trasladar cuando estaba ya en su ecuador de la Plaza Mayor al Teatro Nuevo Fernando Arrabal), en esta ocasión no hay ni el más mínimo riesgo.

Al igual que durante toda la Semana Santa, este Sábado Santo luce un sol espléndido con unas temperaturas incluso excesivas, que hicieron por ejemplo que en el Festival matinal, protagonizado por grupos locales, el público prefiriese estar de pie en la acera que daba la sombra en vez de en las sillas de plástico desplegadas junto al escenario.

Las actividades de La Charrada habían comenzado a primera hora con un pasacalles de tamborileros, dulzaineros y bailadores por distintos barrios de la ciudad, siendo el primer punto concreto de referencia el foso izquierdo de la Rúa del Sol, donde se desarrolló al mediodía una exhibición de doma vaquera protagonizada por Fran Vegas que fue narrada por el coordinador del evento, José Ramón Cid Cebrián. Debido a las obras en el Paseo Fernando Arrabal, el público que siguió la exhibición tuvo que concentrarse en los otros laterales del foso.

Tras unos veinte minutos de duración, fue turno para iniciar el pasacalles de los grupos participantes en el festival de la Plaza -escoltados por varios jinetes y una calesa- hasta el ágora mirobrigense, contribuyendo de forma notable a incrementar la ya de por sí complicada situación del tráfico. El hecho es que la comitiva se puso en marcha sin esperar la llegada de la Policía Local, decidiendo además 'improvisar' un poco el recorrido.

En vez de tirar por la Avenida Sefarad como el año pasado, la calesa y los jinetes decidieron realizar la rotonda del Árbol Gordo y tomar la Avenida de España para luego subir por la Avenida Yurramendi hacia el centro. Ante ello y para evitar un doble caos, se decidió que los grupos de baile que iban a pie también fuesen por la misma ruta, generando las consiguientes retenciones de tráfico en plena hora punta, que intentaron ser solventadas por varios agentes de la Policía Local.

Una vez se llegó a la Plaza Mayor, se tardó unos minutos en ir hacia la zona del escenario y dar por iniciado el festival, que contó con la participación de los grupos locales El Roble Charro, El Botón Charro y Aires Charros, además de uno de los grupos que iban a participar en el festival de la tarde, el de Aldeadávila de la Ribera, que no podía estar presente por la tarde y adelantó su actuación. Asimismo, también intervino El Mariquelo.

En torno a las 14.20 horas finalizó este festival matinal, siendo tiempo para ir a coger fuerzas de cara al festival principal, que arrancará a las 17.00 horas con pasacalles incluido desde la Casa de la Cultura.