El cierre del Convento de Las Claras se deja sentir en el clásico recorrido por los Monumentos

Las calles mirobrigenses acogieron a lo largo de la tarde del Jueves Santo a miles de personas. Muchas de ellas estuvieron disfrutando de su estancia en la calle sin ningún fin en especial (más allá de disfrutar en amigos o en familia), pero hubo otras cuantas personas que cumplieron con la tradición de recorrer los templos eclesiásticos para visitar los denominados Monumentos.

Ese nombre se le da a las composiciones que se realizan en torno al Santísimo Sacramento con referencias de alguna u otra forma a La Última Cena (por ejemplo 12 velas, tantas como apóstoles). Esos Monumentos quedan instalados en los templos tras la Misa de la Cena del Señor de la tarde del Jueves Santo (que en la mayoría de templos de Ciudad Rodrigo tuvo lugar a las 18.00 horas), y se pueden visitar hasta la hora de cenar.

Los fieles mirobrigenses que suelen realizar estas visitas tienen prácticamente un recorrido prefijado a partir del lugar donde ellos asisten a misa, pero este año todos han tenido que hacer una modificación obligada ante la 'baja' del Convento de las Madres Clarisas, que permanece cerrado (en principio de forma temporal) desde el pasado mes de febrero. Precisamente, esta ha sido la primera ocasión en que se ha podido sentir mayoritariamente su cierre.

Fuera de murallas, hubo Monumentos en las Iglesias de San Cristóbal, San Andrés y Fátima, y en el Convento de las Madres Carmelitas. Mientras, dentro de murallas, hubo en la Capilla de la Residencia de las Hermanitas de los Ancianos Desamparados, en la Iglesia de Cerralbo, y en la Catedral, por la que se acercaron cientos de personas con el objetivo de ver los pasos de Semana Santa que hay allí guardados.