La Guardia Civil alerta sobre la estafa mediante la técnica abusiva del ‘slamming’

La Guardia Civil emitió en la jornada del martes una nota de prensa en la que recoge una serie de consejos para evitar estafas, dirigidos especialmente a la población mayor. Posiblemente una de las recomendaciones más relevantes (ya que se está extendiendo en los últimos tiempos) sea la referida al slamming, una práctica abusiva consistente en el cambio de compañía de suministro de gas, luz o agua sin la autorización del cliente, utilizando técnicas fraudulentas.

Esta estafa consiste en que una persona se presenta en un domicilio donde, asegurando trabajar para la empresa de suministro de la luz, el agua o el gas, solicita ver una copia de la última factura. El estafador le dice a la víctima que no le va a cobrar nada y que le va a mejorar el precio, pero lo que hace es conseguir sus datos personales para, sin consentimiento, cambiarle de compañía.

Como señal para detectar la estafa, la Guardia Civil indica que las empresas suministradoras de luz, agua y gas tienen acceso a los datos de los clientes, por lo que no van pidiendo las facturas. Desde el cuerpo recuerdan que, en caso de ser víctimas de esta estafa, se dispone de un plazo de 15 días para retractarse del cambio de compañía sin coste alguno.

Esta estafa domiciliaria es una versión 'moderna' de la tradicional de los supuestos operarios que trabajan para compañías de gas o electricidad que se presentan en las viviendas con la intención de llevar a cabo -asegurando que son obligatorias- alguna operación (como sustituir el contador o la goma del butano) por la que además cobran precios excesivos.

A este respecto, la Guardia Civil señala que las compañías avisan telefónicamente o mediante carta de la sustitución de elementos, y que los técnicos en ningún caso cobran en mano, sino que los posibles costes se repercuten en la factura. En el caso de las instalaciones de gas butano, las revisiones se deben realizar cada 5 años, siendo el propio titular el que debe solicitarla, por lo que se debe desconfiar siempre cuando se presenta una persona diciendo que va a revisar el gas.

En general, la Guardia Civil recomienda no abrir la puerta a desconocidos y desconfiar de quién llame a la puerta "ofreciéndole cualquier cosa, aunque diga representar a un organismo público", o recogiendo firmas. En el caso de llamadas telefónicas, nunca hay que facilitar datos personales o bancarios; y si se reciben llamadas de números desconocidos, no hay que devolver la llamada, ya que se pueden activar servicios de pago.

En la calle

En lo que a la calle se refiere, la Guardia Civil alerta especialmente de la técnica del 'abrazo cariñoso', consistente en que una persona pregunta por una dirección, y tras recibir la respuesta, da un abrazo a la víctima en supuesto agradecimiento, momento que se aprovecha para sustraer por ejemplo cadenas de oro del cuello (que incluso son sustituidas por otras).

La Guardia Civil señala que "hay que desconfiar de las personas desconocidas que tratan de abrazarnos sin motivo aparente", así como distanciarse de vehículos cuando detienen su marcha de forma cercana, además de intentar no hacer ostentación de joyas u otros objetos de valor.

De igual modo, a la hora de caminar por la calle, se recomienda caminar por la parte interior de la acera, "colocando el bolso en el lado de la pared". En el caso de los bolsos, se recomiendan bolsos de asa o que no lleven correa, "y si es víctima de un tirón, no oponer resistencia para evitar ser arrastrado".

En caso de ser víctima de algún hecho delictivo, la Guardia Civil pide conservar la calma e intentar fijarse en los detalles "que puedan ayudar a identificar al delincuente".