Hay muchos aspectos que una ciudad tiene que tener para poder ser denominada como inteligente, algunos aspectos con los que tiene que contar una ciudad que quiera tener esa denominación se muestran en este artículo
En la actualidad se nos hace muy conocido el concepto de "Casas inteligentes" en el que todas las cosas están conectadas a internet. Refrigeradores, lavadoras, estufas, microondas y muchos objetos más están conectados a nuestro smartphone o computadora para poder controlarlos desde ahí.
Ese concepto representa un cambio muy útil para muchas personas, ya que así pasan menos tiempo realizando actividades repetitivas y tediosas. Pues bien, existe un concepto similar al de esas casas, pero que está en una mayor escala y promete traer un cambio aún mayor al mundo.
Ese concepto es el de las ciudades inteligentes.
Según Wikipedia, una ciudad es inteligente "cuando la inversión social, el capital humano, las comunicaciones y las infraestructuras, conviven de forma armónica con el desarrollo económico sostenible, apoyándose en el uso y la modernización de nuevas tecnologías (TIC), y dando como resultado una mejor calidad de vida y una gestión prudente de los recursos naturales, a través de la acción participativa y el compromiso de todos los ciudadanos."
¿En qué aspectos puede cambiar una ciudad para ser inteligente?
Hay muchos aspectos que una ciudad tiene que tener para poder ser denominada como inteligente. Algunos de ellos son más importantes que otros, pero, sin duda alguna, cada parte es un pilar más hacia la meta. Estos son algunos aspectos con los que tiene que contar una ciudad que quiera tener esa denominación:
Alumbrado público inteligente: El alumbrado inteligente se ajusta a las necesidades de luz de la ciudad. Este tipo de alumbrado está planeado para contar con sensores, tanto de luz como de movimiento, para detectar en qué momento del día debe prenderse y además para poder desactivarse cuando no haya un peatón cerca, para ahorrar energía. De igual modo, los postes de luz inteligente cuentan con una gran variedad de servicios distintos para los ciudadanos, tales como teléfonos de emergencia o puntos Wi-Fi para brindar mayor conectividad a todos.
Infraestructura de calidad: La gran cantidad de información que viajará por todos los dispositivos de la ciudad inteligente requiere de una gran infraestructura que sea capaz de mantenerlos. Para ello es necesario usar cables de alta calidad que cuenten con una larga vida útil y estén diseñados para aguantar las tempestades del día a día de la ciudad al mismo tiempo que provean la energía necesaria a todas partes. En España el estándar que se utiliza para los cables de alambrado es el UNE21123, ese cable cuenta con una gran calidad que le permite soportar las grandes cargas que transporta para poder dar energía a toda la ciudad.
Semáforos inteligentes: ¿Cuántas horas te la pasas atascado en el tráfico cada mes? Una buena parte de eso se debe a la gran cantidad de vehículos que circulan por las calles, sin embargo, otro factor muy importante son los semáforos. Muchos de ellos están mal sincronizados o su duración es muy corta en relación a la cantidad de vehículos. La solución a ese problema son los semáforos inteligentes. Esos semáforos detectan la cantidad de tráfico que circula por las calles para establecer la duración adecuada para cada vía, además de que todos están conectados, permitiendo brindar la mejor sincronización entre ellos.
Estos tres ejemplos anteriores son solo una pequeña muestra de todo lo necesario para que una ciudad sea inteligente. Sin duda alguna este tipo de ciudades es algo complicado de construir, ya que se tienen que crear muchos servicios nuevos y rehacer los ya existentes, pero es algo que cambiará la vida de las personas que ahí habitan.