Las actuaciones, que incluyen el refuerzo de su construcción interior, se completarán en primavera
Restaurar y consolidar la muralla, emblema del Conjunto Histórico de Ledesma, es el objetivo de las obras que desde el pasado mes de enero se están acometiendo en un tramo del lienzo, de aproximadamente unos once metros cuadrados, que resultó seriamente afectado por el derrumbe producido hace algo menos de un año a consecuencia de las intensas lluvias.
Las actuaciones, cuyo presupuesto asciende a 233.000 euros, cuentan con aportación económica de la Junta de Castilla y León, a través de la Consejería de Cultura, y de la Diputación de Salamanca. El Ayuntamiento, por su parte, se hace cargo de los proyectos y direcciones de obra, siendo por tanto el resultado de la colaboración entre instituciones. Las obras cuentan con un plazo de ejecución de dos meses, avanzando hasta ahora según lo previsto, por lo que se espera que en primavera se vuelva a abrir el acceso a los transeúntes por esta zona de la muralla, cortado desde el mismo día del desplome el pasado mes de mayo, junto al paseo de Alonso Andrea.
Obras de consolidación
Las obras que se están acometiendo, y dada la envergadura y características de la muralla, incluyen trabajos de consolidación para reforzar su estabilidad y seguridad, añadiendo por ejemplo un doble muro antes de la reconstrucción final del lienzo y rellenado de espacios.
La muralla de Ledesma, especialmente por su valor patrimonial, ha requerido una intervención específica para la reconstrucción del tramo de lienzo que se desplomó sobre la empinada ladera que lleva directamente a los senderos junto al río Tormes. El trazado superior del tramo de muralla que se está rehabilitando comunica además una de las zonas más visitadas del Casco Histórico, en la conocida como la trasera de La Alhóndiga. Un motivo más para redoblar su seguridad y solidez reforzando su construcción interior. Las actuaciones que se están acometiendo garantizan la conservación de una muralla cuya extensión total supera los 1,5 kilómetros.
Cabe recordar que no es la primera actuación que se lleva a cabo en los últimos años en la muralla. En 2013, y también a consecuencias de las intensas lluvias registradas, otro tramo del lienzo cedió, en torno a unos 5 metros en la zona de la cuesta del río, entre los dos puentes. Tramo que posteriormente fue restaurado.
La historia de la muralla de la villa ledesmina arranca en época prerromana y se consolida en el siglo XV, llegando a contar hasta con 8 puertas, abiertas de día y cerradas a cal y canto de noche cuando era necesario.