Los astados de Alberto Mateos ofrecen un rendimiento de más a menos

Con el habitual bajón de público al ser ya Lunes, pero todavía con miles y miles de personas en las calles, Ciudad Rodrigo ha entrado en la 'segunda parte' del Carnaval, aquella que disfrutan principalmente los mirobrigenses, aunque todavía hay muchísimos forasteros, que evidentemente no tienen ningunas ganas de marcharse. En ello también tiene que ver que la climatología sigue siendo bastante buena, aunque en la mañana del Lunes se alternaron el sol y las nubes.

Esta jornada está protagonizada por astados de Alberto Mateos Arroyo, que tuvieron un rendimiento de más a menos a lo largo de la mañana. En lo que se refiere al encierro, la manada acabó dividida en dos bloques: los cabestros por delante y los toros por detrás. Los cabestros llegaron a Plaza en apenas 4 minutos, mientras que los toros, tras llegar a detenerse los 6 en el Registro, fueron alcanzando a cuentagotas la Plaza. A las 11.10 horas ya estaban todos los animales en la Plaza, pero los toros tardaron otros 10 minutos más en terminar de entrar en los toriles.

Durante esos minutos, el coso taurino de la Plaza se fue poco a poco llenando para una capea en la que se empleó para su inicio el concepto de 'A continuación' que tienen este año. De este modo, la capea arrancó cuando se tuvo todo listo, sobre las 11.45 horas, cuando en años anteriores había que esperar de forma obligatoria hasta las 12.00 horas.

Los dos primeros toros de esa capea ofrecieron un buen juego, pudiendo lucirse tanto recortadores como maletillas. En ambos colectivos llegó a haber algún pequeño 'roce' por ver a quién le tocaba actuar. Sin embargo, el tercer toro ya tuvo menos movilidad, ofreciendo menos espectáculo, e intentando aprovecharlo principalmente los maletillas.

Aunque no hubo ninguna petición especial, se decidió volver a sacar ?ya que era 'pronto'- al primero de los astados de la capea, cuyo rendimiento fue totalmente contrapuesto a su primera intervención. Los cabestros no pudieron llegar a meterlo de nuevo en los toriles, decidiendo sacar a los otros dos toros que intervinieron en la capea para iniciar el desencierro.

La puerta de la Plaza Mayor se abrió sobre las 13.15 horas. Uno de los astados bajó rápido, pero a los otros 2 ya les costó salir de la Plaza, continuando con ese mismo comportamiento a lo largo del recorrido, hasta emplazarse en la zona de los Pinos. Uno llegó a tirar hacia toriles tras un rato, pero al otro no hubo forma de moverlo de allí, llegándose a tumbar en el césped al menos un par de veces (hasta hubo personas que se sentaron en el césped).

Finalmente, se decidió ponerle la soga para poder recogerlo, pero viendo que iba a ser muy difícil llevarlo hasta los toriles, se optó por introducir un camión en pleno recorrido y meter allí al animal, dándose por concluida la operación sobre las 14.10 horas.