Estos son los cuentos, hija mía. La vida se encargará de contártelos.
Blancanieves se negó a ser sirvienta de los enanos,
y no le permitieron entrar a la casita.
La Cenicienta demandó por maltrato a su madrastra.
Sin escopeta no entro al bosque, dijo Caperucita,
después que el lobo la siguió por primera vez.
(Su abuela nunca abría la puerta sin asomarse antes.)
Piel de Asno se atrevió a denunciar el incesto de su padre.
La Sirenita no murió de amor. Tampoco se ilusionó
con que un príncipe se casaría con ella.
Cuando la Bella conoció a la Bestia, lo quiso tal cual era,
sin esperar milagros de ninguna clase.
Ricitos de Oro ni se atrevió a probar la sopa;
los osos la habrían devorado de inmediato.
La Princesa del Guisante no aceptó dormir
sobre tantos colchones, y les gritó que si dudaban
de su linaje, se fueran todos al infierno.
Alicia jamás viajó al País de las Maravillas
y la Bella Durmiente se acostó, aburrida,
porque nunca le permitieron hacer lo que quería.
Estos son los cuentos, hija mía.
La vida se encargará de contártelos.
De A cada quién la vida, 1993
Daisy Zamora
La empresa Diario de Salamanca S.L, No nos hacemos responsables de ninguna de las informaciones, opiniones y conceptos que se emitan o publiquen, por los columnistas que en su sección de opinión realizan su intervención, así como de la imagen que los mismos envían.
Serán única y exclusivamente responsable el columnista que haga uso de nuestros servicios y enlaces.
La publicación por SALAMANCARTVALDIA de los artículos de opinión no implica la existencia de relación alguna entre nuestra empresa y columnista, como tampoco la aceptación y aprobación por nuestra parte de los contenidos, siendo su el interviniente el único responsable de los mismos.
En este sentido, si tiene conocimiento efectivo de la ilicitud de las opiniones o imágenes utilizadas por alguno de ellos, agradeceremos que nos lo comunique inmediatamente para que procedamos a deshabilitar el enlace de acceso a la misma.