Admite que ni él ni la secretaria general estarán "al frente" del PP: "Cuando uno está en el Gobierno su prioridad debe ser el Gobierno"
Mariano Rajoy asegura no estar pendiente del juego de equilibrios entre María Dolores de Cospedal y Soraya Sáenz de Santamaría. No es eso, asegura, lo que pesa en sus decisiones a la hora de asignar responsabilidades a amabas. "Son dos personas que continúan ahí por una razón que se entiende muy bien, yo confío en ellas y lo han hecho muy bien, y como lo han hecho muy bien, ¿por qué tengo que cambiarlas? No tiene esto ningún sentido", ha defendido el presidente del Gobierno.
Así justifica Rajoy su apuesta por Cospedal nuevamente como secretaria general del PP, pese al malestar de parte de los compromisarios, que censuran la acumulación de cargos en manos de la ministra de Defensa. La enmienda que recogía esta mar de fondo a punto estuvo de aprobarse en el congreso que el PP celebró este fin de semana, pero el presidente cree que en torno a esta cuestión "se han mantenido posiciones muy exageradas". "Yo no creo que fuera una enmienda contra nadie, en muchos casos son enmiendas que tienen su origen en las organizaciones provinciales y por razones que nada tienen que ver con esto", ha apuntado en una entrevista en TVE.
Lo que sí admite es que su número dos en el partido ya no puede dedicarse al día a día de la formación. "Cuando uno está en el Gobierno su prioridad debe ser el Gobierno", ha defendido y de ahí el ascenso de Fernando Martínez-Maillo, nuevo hombre fuerte del PP. "Lo bueno es que quien tenga una responsabilidad pueda dedicarse a ella, pero hay algunas excepciones -ha sostenido poniéndose a sí mismo como ejemplo-; yo no me voy a dedicar a ser presidente del PP, me dedicaré pero un poco los fines de semana, los lunes, etc. Y lo mismo le pasa a María Dolores y esta es la razón por la que nombramos al coordinador general". "Ninguno de los dos vamos a estar al frente", ha confesado. Algunos enmarcan la continuidad de toda su cúpula directiva en su forma de ser, poco propensa a los cambios. El presidente no rechaza esta tesis. "Dice que Mariano Rajoy ha hecho de Mariano Rajoy, lo sorprendente es que hiciera de Pablo Iglesias o cualquier otro que hubiera por ahí", ha bromeado, tras recordar que sí resolvió relevos en el pasado cuando algunas personas se fueron a ocuparse de nuevas responsabilidades.
Vuelta a las urnas
Con la ratificación de su liderazgo y su equipo directivo, el PP ha dejado al partido preparado para lo que pueda ocurrir. Los populares dan por sentado que si los Presupuestos de este año o el siguiente no salen adelante, las urnas tendrán que volver a abrirse. Pero Rajoy, que reclama a la oposición ayuda para gobernar, no quiere jugar con la baza de forzar comicios. "Yo no voy a convocar elecciones, esto es un disparate", ha rechazado el presidente.
Los pronósticos del PP sobre la gobernabilidad del país, sin embargo, no son muy halagüeños. Mientras en su partido ven dificultades para sacar adelante las cuentas, el presidente tampoco da nada por seguro. "Cuando uno no tiene clara las cosas, conviene no hacer apuestas, yo digo que voy a intentarlo y que, en cualquier caso, voy a presentar los Presupuestos", ha zanjado.
El desafío catalán
El otro gran reto al que se enfrenta ahora mismo el Gobierno es el desafío catalán. El jefe del Ejecutivo reprocha que en Cataluña algunas instituciones se hayan puesto al servicio "de los ciudadanos que tienen ideología independentista". Y, aunque desconoce si los comicios en la comunidad se adelantarán, insiste en lo perjudicial, a su entender, de las alianzas en el Parlamento autonómico. "No puede depender un Gobierno de un sitio como Cataluña de un grupo de extremistas como es la CUP; en la Generalitat está al frente un partido que siempre representó a la burguesía catalana, y que esté condicionado, chantajeado y amenazado por esta gente, es muy peligroso", ha advertido Rajoy.