La depuración de La Sierra y Arribes, asignatura pendiente de las administraciones
Isabel Pérez-Espinosa, exdirectora de Acuanorte, en una reunión con alcaldes en Lumbrales celebrada en 2012
Gobierno y Junta se repartieron la responsabilidad en 2010 sin que hayan puesto fin al problema
En el último pleno de la Diputación, la Corporación provincial aprobó por unanimidad una moción presentada por el PSOE para instar a la Junta de Castilla y León a que proceda a depurar las aguas residuales de los municipios integrados en los parques naturales Batuecas-Sierra de Francia y Arribes del Duero, y cumplir así la Directiva Marco del Agua de la UE.
Esta asignatura pendiente de las administraciones central y autonómica no ha hecho más que dilatarse en el tiempo por un problema fundamental como es la incapacidad económica de los pequeños municipios para hacer frente a los costes de mantenimiento de las estaciones depuradoras convencionales, de ahí que se hayan impulsado proyectos piloto como las depuradoras por decantación construidas en los municipios de Monleras y Villavieja de Yeltes. Pero al parecer, visto el tiempo transcurrido desde entonces sin que se hayan dado nuevos pasos, el resultado no es el deseado.
Ante la amplitud del problema, en 2010 Ministerio de Medio Ambiente y Junta de Castilla y León se repartieron la responsabilidad, quedándose el primero con Arribes, y la segunda con La Sierra, donde al menos ya se ha puesto en marcha la ejecución de algunas estaciones, aunque se trate de un proyecto incompleto.
Esta situación, y como ya sucediera en Arribes, ha tenido como consecuencia la apertura de expedientes sancionadores a los ayuntamientos por parte de la CHT, por lo que han entrado de nuevo las prisas.
De AcuaNorte a Acuaes
La que fuera directora general de la Sociedad Estatal Aguas de las Cuencas del Norte (Acuanorte), más tarde Acuaes, Isabel Pérez-Espinosa, informaba en septiembre de 2012 en Lumbrales a 33 representantes de municipios de Arribes de la redacción de un anteproyecto de depuración que sería financiado por la Diputación.
Del polémico anteproyecto nada se ha vuelto saber, como tampoco de los criterios de selección de los municipios. Entonces, el principal escoyo estaba en la financiación del 20% del proyecto de unos 20 millones. La mitad de la cantidad resultante sería financiada por los ayuntamientos mediante la ayuda de AcuaNorte, que pondría el dinero hasta su amortización en 40 años. La otra mitad se repercutiría en el recibo del agua que pagarían los vecinos en otros 40 años.
El estudio prometido por AcuaNorte para iniciar la redacción de los proyectos incluía 40 núcleos objeto de depuración, todos los pertenecientes al Parque Arribes, además de otros limítrofes, aunque no todos, siendo este apartado uno de los puntos polémicos de una propuesta de la que nunca más se supo.