La principal partida, 84 millones, se destinará a poner en marcha nuevo regadío en 6.719 hectáreas de La Armuña
La consejera de Agricultura, Milagros Marcos, ha presentado en Salamanca el mapa de infraestructuras agrarias que cuenta con una inversión que supera los 106,5 millones en Salamanca y 605 millones para toda la Comunidad, con actuaciones hasta 2020. Esta cuantía en la provincia "permitirá actuar en casi 55.000 hectáreas beneficiando a 1.230 explotaciones".
Hacer más competitivo y rentable el sector es el principal objetivo de una inversión que se destina principalmente a nuevo regadío en La Armuña, con 84 millones para 6.719 hectáreas. Otros 4,1 millones se invertirán en modernizar el regadío del Canal de Zorita en 461 hectáreas. Con esta inversión "se modernizará el 96% del regadío de la provincia". Otros 18,5 millones beneficiarán a más de 47.000 hectáreas, con concentraciones parcelarias y la mejora de caminos rurales y accesos. Las concentraciones afectarán a Cerezal de Peñahorcada, Villasbuenas, La Cabeza de Béjar, Sobradillo, Hinojosa de Duero, El Tejado, Vilvestre, Cilleros de la Bastida y La Bastida y Casablanca de Arrib. Y mejoras en las ya finalizadas de Ahigal de los Aceiteros, Cantalpino, Bogajo, Narros de Matalayegua, Rinconada de la Sierra, Pereña de la Ribera y Navarredonda de la Rinconada.
Milagros Marcos ha destacado lo novedoso de la planificación de este mapa, presentado a alcaldes y al sector agroganadero de la provincia, "con criterios que han establecido los técnicos". Es la primera vez, indicó, que la Consejería cuenta con indicadores que reflejan las ventajas y beneficios de la modernización, los nuevos regadíos o la concentración parcelaria. La consejera hizo referencia a los ventajas de estas inversiones, con una mejora del nivel de vida de los agricultores al incrementarse la productividad, la competitividad y la renta agraria de sus explotaciones. Persigue, además, convertir al sector en atractivo para los jóvenes y mejorar el acceso de la mujer, así como potenciar el desarrollo de la industria agroalimentaria. El número de incorporaciones de jóvenes en zonas modernizadas es un 40 % superior y la inversión privada de los agricultores es un 36 % mayor.
Esta planificación ordenada de las infraestructuras agrarias y la modernización y puesta en marcha de nuevos regadíos tiene también beneficios ambientales como la mejora de la eficiencia del uso del agua ?se reduce hasta un 20 % el consumo-; el ahorro energético; la reducción de la contaminación difusa en aguas subterráneas y superficiales en más del 30 %, lo que contribuye a la sostenibilidad de la actividad agraria y al ahorro de productos fitosanitarios ?entre un 25 % y un 30 % en el abonado nitrogenado-; así como la disminución del consumo de fósiles y la emisión de gases de efecto invernadero.
Fotos: David Fernández