La iniciativa estuvo organizada y dirigida por la estudiante mexicana de la Facultad de Arte y Diseño, perteneciente a la UNAM, Mayte Ángeles
El pasado lunes 30 de enero, en
"El Barrio Florece", comenzó como una propuesta de Mayte debido a su interés en apoyar las causas sociales y los espacios artísticos donde exista la contribución de muchas personas, es así como centró su atención en el Barrio del Oeste, un lugar que se ha caracterizado por la participación de todos sus habitantes en diversos cambios sociales a lo largo de hace algunos años. Fue eso lo que conllevó a la estudiante a acercarse a ZOES, un organismo que se encarga de ejercer la inclusión y realizar proyectos y actividades para todos los vecinos del barrio, entre ellos destaca
Es así como surgió la idea de la mexicana para recoger todos los deseos que los vecinos del barrio tenían para con éste, así como la imagen que los habitantes tienen para con su espacio, y juntarlos en una misma expresión artística: las flores blancas elaboradas de bolsas de plástico recicladas. "El deseo del barrio va en la parte donde nace la flor y es algo metafórico, es fructífero el proponer, todo eso tiene sus frutos al final" dijo Mayte. "El color blanco es lo más llamativo, resalta con el paisaje de grises y colores que imitan la piedra, también creo que justo en el espacio donde está se separa de los demás colores que hay", recalcó.
Pero para Mayte no todo fue tan fácil como solo proponer; en el momento de efectuar la recolección de bolsas y deseos con los vecinos del barrio, en compañía de sus compañeras mexicanas Montserrat Tapia y Daniela Téllez, se encontró con un contratiempo: "Algunos de ellos pensaron que les íbamos a pedir dinero y se alejaban de nosotros, sin embargo por otro lado otras personas eran muy amables y nos hablaban de como habían visto cambiar el barrio, lo que les gustaba de él y sus deseos" explicó Mayte. A pesar de todas las dificultades Mayte pudo realizar el proyecto que ahora luce en
Este trabajo, en palabras de la estudiante, hizo crecer no solo la parte educativa e intelectual de Mayte, sino también su parte humana, agregando esta experiencia como algo completamente distinto para todo lo que había vivido. "Trabajar en coordinación con una asociación y con mis tutores que me llenaban de referentes me gustó mucho" dijo Mayte. "Incluso, ver el resultado, o ver algo bonito hace que la gente se acerque más y pregunte" comentó. Mayte Ángeles regresa a México pero no con las manos vacías, sino con un proyecto que supo que pudo haber mejorado si hubiese tenido más tiempo pero satisfecha con todo lo que logró superar para sacarlo adelante.
Por Daniela Téllez