Hasta la 5ª vaca, la tarde iba cuesta abajo y sin frenos, en un ambiente frío y desangelado, donde los chavales no demostraban ni ganas, ni alma, ni oficio
Cuando hace 61 años y bajo el lema "Se buscan fenómenos" un grupo de Mirobrigenses decidieron encauzar las hordas de míseres muchachos que tratando de emular a Manuel Benítez El Cordobés se acercaban a nuestra ciudad con la ilusión de ser toreros para evitar el no ser nada, no sabían, no eran conscientes, de la importancia y repercusión que su obra tendría con el paso de los años.
Desde Gitanillo de La Cava a David Salvador, primer y último triunfador, habrán pasado aproximadamente tres mil aspirantes. De los 62 ganadores muy pocos llegaron al estatus de figura del toreo, pero está claro que su nombre y su carrera salieron impulsados de Ciudad Rodrigo.
Durante este tiempo han habido aciertos y algunos errores, y existen a día de hoy algunos matices en las formas que no acaban de caer bien en las personas que lo siguen, mas es de ley reconocer que en la mayoría de los casos El Bolsín a través de los miembros que lo componen ha tenido, ha debido y en la mayoría de los casos ha sabido adaptarse al momento y las circunstancias sin perder de vista el objetivo final que les fue encomendado por sus antecesores y que no es otro que dar la oportunidad de una forma altruista a aquellos que quieren triunfar en el noble arte de torear. Quizá por ello han sido imitados por decenas de iniciativas con el mismo nombre e idéntico fin sin que ninguna de ellas haya sido capaz de llegar, ni por asomo, al prestigio del de Ciudad Rodrigo.
El ganadero vasco Andoni Rekagorri, con ese nombre no hay dudas, prestó seis vacas para el primer tentadero que por tipo no dejaban duda de su encaste Atanasio/Lisardo, vía Valdefresno. Un encierro complicado; en su mayoría flojas y descastadas, excepto una vaca excepcional, la tentada en quinto lugar, que pasará a engrosar la lista de madres de la ganadería. Bien picada por Manuel José Bernal, fue un espectáculo tanto en el caballo como en la muleta.
La tarde iba cuesta abajo y sin frenos en un ambiente frio y desangelado donde los chavales no demostraban ni ganas, ni alma, ni oficio. Algunos con una técnica absolutamente limitada en lo que ha sido uno de los tentaderos con menor nivel de los últimos años, hasta que precisamente en la quinta vaca, la mejor con diferencia, dos muchachos "pata negra" de Badajoz; Carlos Domínguez Cabrera e Ismael Jiménez Rojas, sacaron al público de su letargo.
Dos aspirantes a tener muy en cuenta para la presente edición por su toreo profundo, templado, una buena colocación y buen gusto rematando las series que pusieron de acuerdo a los presentes y que sigue confirmando que la escuela de Badajoz, con el matador de toros Luis Reina al frente es garantía de solvencia y calidad. Antes el madrileño Víctor Hernández Peñalver apuntó lo mismo que en la pasada edición del Bolsín Taurino, que es un chico que tiene muy buenas condiciones y un concepto del toreo personal y distinguido. La raza y las ganas del tentadero corrieron a cargo de la única fémina inscrita, Estrella Magán (Toledo).
Esto no ha hecho más que comenzar y con el paso de las eliminatorias, una vez separada la paja del grano, iremos descubriendo jóvenes valores tocados por eso que no se puede comprar y si me apuran tampoco explicar y que realmente buscan todos aquellos que se asoman a una plaza de toros. Por el bien de todos esperemos que así sea.
Reportaje gráfico: Adrián Martín