Afirma que el modelo actual ha ido "poco a poco" favoreciendo a las autonomías que defienden el criterio de la población, frente a las que tienen que atender a ciudadanos más envejecidos y más dispersos, como sucede en Castilla y León.
El presidente de la Junta de Castilla y León, Juan Vicente Herrera, se ha mostrado hoy satisfecho por los acuerdos alcanzados en la VI Conferencia de Presidentes, en especial los vinculados al empleo y la despoblación, mientras que ha asumido que no puede «ser optimista» sobre la reforma de la financiación.
«Será un debate complicado», ha reconocido Herrera tras escuchar a sus homólogos, reunidos durante toda la jornada en el Senado junto al presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, a quien ha felicitado por la que ha considerado «mejor» Conferencia de Presidentes desde la primera organizada por el Ejecutivo de José Luis Rodríguez Zapatero.
Con el compromiso de que la reforma del modelo de financiación esté lista en 2017, las dudas de Herrera sobre el predominio del coste efectivo de la prestación del servicio vienen dadas porque «ya sabe cómo se la juegan algunos» cuando se plantea el debate en términos de sobrefinanciación de los territorios, en lugar de pensar en la prestación de los servicios para las personas.
En opinión del presidente, el modelo de financiación actual ha ido «poco a poco» favoreciendo a las autonomías que defienden el criterio de la población, frente a las que tienen que atender a ciudadanos más envejecidos y más dispersos en el territorio, aunque se ha mostrado dispuesto a insistir en la defensa de los argumentos que tradicionalmente ha defendido Castilla y León.
La defensa de estos argumentos en el próximo mes la realizará un experto, aún por designar «de un perfil más académico que práctico y que esté de acuerdo» con lo que defiende Castilla y León, que participará en una comisión creada por el Gobierno para trazar las grandes líneas del futuro modelo, sin que esta encomienda vaya a pactarse en principio con otros partidos. «No puede ser una especie de concurso de ideas», ha adelantado.
Preguntado por la armonización fiscal entre las autonomías que defienden la mayor parte de los presidentes, Herrera ha puntualizado que hoy no se ha buscado un acuerdo en este sentido, sino que el presidente del Gobierno ha mediado, ante la «seria discrepancia» surgida, para plantear que se abra el debate sobre este problema de competencia fiscal que existe, como ha recordado el propio presidente autonómico en el caso de la foralidad vasca respecto a Castilla y León.
Herrera ha incidido en la importancia que tiene para la sostenibilidad del futuro sistema de financiación que la sanidad vaya a tener un estudio específico sobre su incidencia en la desviación de los presupuestos autonómicos y también que se incluya el gasto en atención a la dependencia.
El presidente ha valorado también que el Gobierno se haya comprometido a abordar la reforma de la financiación local de forma paralela con la autonómica, y bajo los criterios de solidaridad, suficiencia, equidad, transparencia, corresponsabilidad fiscal y garantía de la prestación de los servicios atendiendo a su coste efectivo, según ha explicado Herrera.
Hasta en dos ocasiones ha reiterado el presidente las palabras de Rajoy sobre la escasez actual de recursos, con un nivel de recaudación que es 20.000 millones de euros inferior a 2007, por lo que se dificulta un reparto expansivo en el futuro modelo de financiación.
Sin embargo, el presidente de Castilla y León se ha mostrado confiado en que la minoración de las partidas dedicadas a las prestaciones por desempleo y un crecimiento económico que depare más recaudación fiscal, otorgarán a las arcas del Estado una fortaleza que permita afrontar la reforma con garantías de que las autonomías obtengan mayores ingresos que ahora.
Herrera ha destacado el «ambiente de colaboración» existente en la reunión y, sobre la ausencia de los presidentes vasco, Íñigo Urkullu, y catalán, Carles Puigdemont, ha reconocido una «sensación de preocupación» por los ciudadanos de estos territorios, bajo el convencimiento de que los presentes habían acertado con su asistencia y los ausentes habían errado con su falta en un debate sobre personas.
Fuente El Norte de Castilla