La "deshumanización" es la consecuencia de la opresión, y afecta a los oprimidos y a quienes oprimen. Paulo Freire La fe sin la solidaridad es una fe sin Cristo, una fe sin Dios, una fe sin hermanos. Francisco
La misericordia y la solidaridad son bienes escasos en nuestras sociedades, pero son imprescindibles para hacer un mundo más habitable. Escasean estos valores en una sociedad consumista donde se busca más el bienestar de tener cosas que mejorar el modo de ser, de estar en el mundo, y no ver al otro no como un competidor, sino como un hermano. En este planeta dependemos unos de otros, y nada de lo que hagamos o dejemos de hacer, es ajeno a los demás. La indiferencia ha ido corrompiendo las conductas y olvida su verdadera meta que es elevar el nivel humano de todos los ciudadanos. La responsabilidad está ahí arrojada en nuestras manos, en nuestro corazón, colocada por esa red de interdependencia global, reconozcamos o no su presencia, la asumamos o no. Desde estas páginas, humildemente, intentamos invitar a una solidaridad responsable que ante tanta pobreza y humillación de tantos, no reprima una "civilización del corazón y la misericordia". La solidaridad del corazón se construye con gestos no con palabras, consiste amar a las personas concretas, es dedicar tiempo, pensamientos, cualidades a todos que nos necesitan; y a veces, cuando es necesario, contribuir a proyectos viables que no cuestan mucho sacar adelante con la colaboración de todos.
Se esperaba que la industria, apoyada en la ciencia y la técnica, pusiera fin al hambre y a la pobreza, hacer más fácil la vida y conducir a la humanidad a la felicidad. Pero esa espera, se ha sustituido por el carrito de la compra y el consumo desenfrenado, que parecen ser los nuevos índices de racionalidad y de la buena vida (Bauman). A pesar que las imágenes en muchos han perdido su capacidad revulsiva y case se han incorporado a la práctica cotidiana del hombre televisivo, provocando indiferencia. Hay una gran brecha, un abismo abierto, entre ver y saber (Kapuscifiski), que bloquean capacidad de comprender. Pero para aquellos que no han perdido su capacidad de ser, sobrecogen las tremendas necesidades del mundo, hambre, pobreza, miseria, muerte, que se multiplica en África; donde más de trescientos millones de personas viven con menos de un dólar al día, treinta millones de niños menores de cinco años sufren desnutrición y el 43% de la población no tiene agua potable. La pobreza no puede reducirse solo a las cifras económicas, debemos subrayar desde nuestro dolor, la ausencia de educación, salud, nutrición y vivienda, carestías fundamentales y necesarias para cualquier desarrollo. Dentro del continente queremos subrayar a Benín, uno de los más pobres, o mejor uno de los países más empobrecidos, con grandes reservas de petróleo, oro, mármol y piedra caliza explotados, principalmente, por empresas extranjeras pertenecientes a los países más desarrollados.
Dentro de esa realidad, Benín presenta un bajísimo índice de alfabetización, con un solo 33% de escolarización, cientos de niños no van a la escuela con lo que lleva a una mayor pobreza y exclusión. Hoy sabemos que la educación es la herramienta más decisiva para transformar el mundo. Una educación generalizada e inclusiva contribuiría a un mundo más justo y facilitaría el acceso a los derechos básicos de las personas. "Vio Jesús mucha gente, le dio lástima de ellos, porque andaban como ovejas sin pastor, y se puso a enseñarles con calma" (Mc 6, 34)
En este contexto podemos situar el proyecto "LUZ PARA BENÍN", una iniciativa de la Unidad Pastoral del Centro Histórico, a creación de una escuela de formación profesional de electricidad en la localizada africana de Banikoara, ciudad situada al norte de Benín. Es hermoso proyecto, propio de una Iglesia cercana de los más pobres y necesitados, intentando paliar alguna de sus necesidades, acariciando de forma amorosa a los más lastimados por la heridas de la necesidad y la existencia. Sus dos sacerdotes, Policarpo Díaz y Antonio Matilla, con la colaboración de Francisco Javier Hernández, Ingeniero Industrial y monitor de los grupos de Biblia, encarnan con ese proyecto, esa Iglesia entregada a los pobres, más allá de toda vanidad espiritual. Una Iglesia abierta para que pueda ser la casa de toda la humanidad, como nos recordaba Francisco.
¿Quién lo pone en marcha?
La "FUNDACIÓN VIDA PARA TODOS" http://www.fondation-viepourtous.org/, que es una ONG de acreditado prestigio implantada en Benín desde hace más de 10 años y dedicada a la educación de niños y jóvenes en varios enclaves en la zona más pobre, al norte del país. Su fundador y presidente es Thèodore Soume, sacerdote formado en Salamanca.
¿Quiénes serán los beneficiarios?
Jóvenes entre 14 y 18 años que viven en una de las zonas más deprimidas del norte de Benín.
¿Cómo se puede colaborar en el proyecto?
No se trata únicamente de una aportación económica que, por supuesto, será vital para que la escuela salga adelante, sino además de estar informado y conocer de primera mano las distintas etapas del desarrollo del mismo. Buscamos una implicación continuada en el proyecto, no un simple donativo.
¿Cómo se canalizará la ayuda obtenida?
La "FUNDACIÓN ALAINE" http://www.fundacionalaine.es pone a disposición de nuestro proyecto su experiencia y su estructura para garantizar la máxima eficacia y transparencia a la hora de hacer llegar los fondos obtenidos.
¿Cómo puedo colaborar económicamente con este proyecto?
Hay varias formas, no excluyentes entre ellas:
1. Aportación directa en las colectas que se propondrán en fechas concretas en todas las parroquias de la Unidad Pastoral.
2. Aportación puntual. Mediante transferencia bancaria.
3. Aportación periódica mediante domiciliación bancaria. Enviar un correo electrónico indicando nombre y número de teléfono de contacto [email protected] y nos pondremos en contacto contigo.
Blog: Luz para Benín
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