Digno de los peores tiempos del bipartidismo

Pocos paripés políticos tan absurdos como al que ha tenido ocupados al PP y a Ciudadanos durante semanas por cuenta de una fantasmal moción de censura al alcalde de Burgos, Javier Lacalle. Desde el primer momento resultaba inverosímil que Ciudadanos pudiera alcanzar un acuerdo tripartido con el PSOE e Imagina Burgos (franquicia local de Podemos) para desbancar a dicho alcalde del PP. Pero así han estado ambos partidos, idas y venidas entre Burgos y Vallladolíd incluidas, para acabar firmando en víspera de Reyes un documento en el que Lacalle acepta las exigencias del partido naranja para conjurar esa espectral amenaza.

Para mayor filfa, el apaño firmado no garantiza la gobernabilidad del ayuntamiento, ya que, tras la fuga al grupo de no adscritos de un concejal de cada uno de ambos partidos, PP y Ciudadanos solamente suman 12 de los 27 concejales del consistorio burgalés. Con lo cual, si ir más lejos para aprobar el Presupuesto Municipal de 2017, Lacalle tendrá que buscar otros apoyos (el de 2016, en estos momentos prorrogado, no se aprobó hasta el mes de abril precisamente por las dificultades del PP para contar con los votos suficientes para ello).

Las componendas para sacar adelante los Presupuestos municipales en las capitales en las que el PP no dispone de mayoría absoluta no excluyen en absoluto al PSOE, que el año pasado suplió con su abstención la falta de acuerdo entre PP y Ciudadanos en el ayuntamiento de Palencia. Más sorprendente es lo que ha ocurrido hace unos días en la Diputación de Segovia, donde el PP, que dispone de mayoría absoluta, se ha visto respaldado con el voto del grupo socialista a favor del Presupuesto de 2017.

El hecho ha llamado la atención, máxime cuando ninguno de los otros dos grupos representados en la institución (UPyD y Ciudadanos) ha apoyado dicho Presupuesto. La explicación no parece ser otra que la ampliación del cupo de diputados liberados, que pasará de 9 a once en beneficio exclusivo del grupo socialista, que acapara esas dos nuevas "liberaciones" a razón de 29.450 euros anuales cada una de ellas. Una componenda digna de los peores tiempos del bipartidismo que ha contado con la bendición del secretario provincial del PSOE, Juan Luis Gordo, no por casualidad uno de esos incondicionales de Óscar López y Pedro Sánchez que no han dudado en pasarse con armas y bagajes al susanismo rampante.