Fueron leídos en el XIII Encuentro 'Los poetas y Dios', celebrado recientemente en la localidad leonesa de Toral de los Guzmanes
Uno de los más notables poetas lusitanos de nuestro tiempo, António Salvado vive en la ciudad de Castelo Branco y mantiene estrechos vínculos con los poetas salmantinos y de Castilla y León. Aquí los tres poemas suyos que recientemente vertí al castellano y que fueron leídos, al alimón, durante el XIII Encuentro 'Los poetas y Dios', en Toral de los Guzmanes (A. P. A.)
Fotografías de Pablo Rodríguez y Jacqueline Alencar
TU LLEGADA ESPERO?
Tu llegada espero. Y nunca faltas.
Y allá vienes sonriente frente la tiniebla
que nubla nuestros ojos. Dices: "Traigo
una esperanza, más que una promesa
que tú bien harás en aceptar".
Llegas a cada hora, en cada día
y en cada año, y siempre el mismo mensaje:
"Confórmate en la esperanza siempre viva
y en la sacral ternura de la promesa".
Y naces para decir que renazcamos
limpiando nuestra vida de cegueras?
En mí, Señor, yo siento Tu llama
y te acojo para que nazcas en mi pecho.
Alencart leyendo sus traducciones
A DIARIO NACES?
A diario naces a mi lado
y al amparo que por siempre,
dispuesto, me prometes otro tiempo,
un tiempo de ternura y amistad.
Fascinado, oyendo tu Voz,
siento que crece en mí un ardiente fuego
y, cuando tu calor entra en mis ojos,
mas me penetra el vientre aquel fuego.
Y ardo permanentemente confiado,
cogiendo las manos de toda la gente,
ante tu compañía hecha llamada
con llamaradas tales que todo me nutren.
Salvado y Alencart en Toral (atrás Sagüillo y Losada)
SIGUIENDO LA ESTRELLA?
Siguiendo la estrella, yo también llegué
a este establo donde Tú naciste
y, como los pastores, un similar asombro
nos dominó, Señor. ¿Por qué Belén?
Y Tú, Rey y Señor del Universo,
¿por qué esta tan cálida humildad
te cubre en gélido pesebre,
con sencillos animales como abrigo?