GUIJUELO | Manuela Hernández solicitó a la empresa Iberdrola que no facturase una mensualidad "a todo el pueblo" como compensación por una obra sin autorización en sus terrenos
La Navidad es una época de confraternidad y de compasión por el prójimo. Al menos esa es la creencia de Manuela Hernández, una vecina de Guijuelo que no dudó en pedir un 'alivio' económico de un mes para todos los vecinos de la villa durante una negociación con la empresa Iberdrola. Además de una compensación económica para sí misma, también solicitó una donación para una asociación salmantina que ayuda a pacientes de autismo. Sin embargo, no se llegó a un acuerdo y ninguna de estas navideñas compensaciones se hará realidad.
Según Manuela, la historia se remonta a nada menos que 30 años en el pasado. La empresa Iberdrola instaló un transformador eléctrico en el camino Campillo-Fuenterroble. Como su nombre indica, se trata de un camino sin asfaltar que conecta las carreteras de Campillo y Fuenterroble atravesando parte de un barrio conocido como el Alto del Campillo. A ambos lados de dicho camino existen varias edificaciones, viviendas, una fábrica y la finca de Manuela, que quedó dividida hace años por el camino, que es vía pública, dejando 200 metros cuadrados de terreno al otro lado de su parcela principal. En esa pequeña porción de terreno, la empresa construyó hace tres décadas la instalación eléctrica que dota de energía a la parte oeste de la villa, estructura que se llevó a cabo sin permiso según Hernández. Hace pocos años, instalaron una caja de registro en el muro de su propiedad, otra vez sin autorización. En ambas ocasiones hubo protestas pero sin respuesta. Y hace pocas semanas, de nuevo ocurrió. El crecimiento industrial de Guijuelo ha hecho necesaria una ampliación de potencia en la zona, y para abastecer de energía a las fábricas cercanas, la empresa eléctrica decidió tender un nuevo cableado subterráneo desde el transformador y por el camino hasta la carretera de Campillo, mediante unos trabajos que comenzaron a primeros de mes. Pero por tercera vez, la obra se realizó sin permiso, según sostiene Hernández.
"Tengo que defender lo mío. Si no lo hago yo, nadie lo va a hacer. El terreno es mío y la empresa no ha pedido ningún tipo de permiso, pese a que en los planos está perfectamente delimitado el terreno que pertenece a la vía pública y el que es de mi propiedad. Sin embargo, han instalado 18 metros de tuberías y cables de alta tensión sin mi permiso. No se trata de un error, simplemente hacen lo que quieren" protesta Manuela, quien intentó detener la obra por sus propios medios. Al ser una obra subcontratada, los operarios no quisieron detener los trabajos, así que Manuela denunció ante la Policía Local y la Guardia Civil los hechos. "No iba a permitir que por tercera vez ocuparan mis terrenos sin pedir permiso. Es una gran empresa, tienen ingenieros, arquitectos y técnicos, pero no son capaces de pedir permiso". Tras varios días de insistencia, finalmente Manuela consiguó reunirse con directivos de Iberdrola para tratar de encontrar una solución, debido a que la obra ya estaba terminada y los cables ya suministran corriente desde el transformador. "Me busqué un abogado y nos reunimos con varios directivos de Iberdrola. He de decir que lo primero que hicieron fue disculparse, pidiendo perdón por el error. Cuando me preguntaron que tipo de indemnización quería, no lo dudé. Les dije que me contentaba con que no pasaran el próximo recibo de la luz a todos los vecinos del pueblo. Si lo hacían les daría permiso total para la obra. Me dijeron que no, naturalmente. Pero lo que parece mucho para nosotros, para Iberdrola seguro que no supone más que un pequeña parte de sus ganancias, no les hubiera costado tanto", indica Manuela. "Me pidieron que pusiera precio a los daños y perjuicios para mí, y solicité 3.000 euros. Al principio ofrecian solo algo más de la mitad, pero al final accedieron. Sin embargo, yo no quería únicamente algo para mí y buscando información supe que Iberdrola tiene una fundación que realiza proyectos medioambientales, de educación, etc. Y les pedí que donaran, a través de esa fundación, 2.000 euros a una asociación de ayuda a niños autistas de Salamanca. Eso supuso la ruptura de la negociación. No quisieron llegar a un acuerdo".
La empresa Iberdrola trabaja en estos momentos en tender un nuevo cableado, esta vez en terreno público, para canalizar la energía, en lugar de hacerlo por la obra recién terminada en el terreno de Manuela, tan solo a unos metros de distancia. Operarios municipales y empleados de la empresa energética ya han delimitado el límite exacto de ambas parcelas. Manuela seguirá insistiendo en sus protestas para que ahora retiren el cableado que hay en su terreno y que quedará bajo tierra y sin uso en su parcela.