Vicente Martín ya sufrió otro ataque en su rebaño de ovejas a finales de marzo pasado y cuyos daños aún no ha cobrado
Vicente Martín González, ganadero de Sobradillo, ha enunciado ante este diario la muerte de uno de sus becerros tras sufrir un ataque de lobo, como así le han certificado los agentes de Medio Ambiente. Según el ganadero, el becerro "nació el sábado y ayer fuimos a ver cómo estaba y lo encontramos muerto y comido. Avisamos a Medio Ambiente y no pudieron venir hasta este jueves, pero dijeron que había sido el lobo".
Este no es el primer ataque que sufre Vicente Martín en su explotación mixta de vacuno y ovino. El pasado mes de marzo su rebaño de ovejas de actitud de leche sufría un segundo ataque tras el que registraba un año antes. En este último, siete ovejas muertas "de lo que hasta ahora no he cobrado nada. Del ataque anterior sí, lo reclamamos por daños al patrimonio, pero de este de marzo pasado todavía no he recibido nada".
Además, poco tiempo después de ese ataque de lobo, una de sus vacas era devorada por los buitres en el momento del parto, daños que no ha podido reclamar una vez que la Junta no reconoce aún los ataques de buitres al ganado.
Este último ataque de lobo se producía en la misma parcela en la que Vicente Martín se quedaba sin siete de sus ovejas hace nueve meses, "en el camino hacia Ahigal de los Aceiteros", recordaba. "No hay derecho a aguantar esto, bastante tenemos con los disgustos que nos da el ganado para que además tengamos que estar sin dormir pensando en el lobo nos ha entrado en la parcela. Llevan más de un año para matar un lobo y no han sido capaces, pues en lugar de que tengan una cuadrilla que pongan tres, que para lo que les interesa a los políticos no escatiman personal. Y lo gordo es que no han solucionado el problema que tenemos con el lobo y encima nos vienen con la Reserva de la Biosfera. El que quiera lobos que los alimente".
Con esas palabras Vicente Martín definía sin tapujos la opinión de la gran mayoría de los ganaderos de Arribes, El Abadengo, y de la comarca de Vitigudino en su conjunto. Los ganaderos no quieren ser indemnizados, lo que quieren es acostarse por las noches con la única preocupación de qué tiempo va a hacer al día siguiente y no verse sobresaltos nada más comenzar el día, echarse las manos a la cabeza y buscar ayuda para que le digan qué tiene que hacer cuando ha visto la mitad de su rebaño destrozado porque otro animal ?que es responsabilidad de todos? tiene que comer y lo único que encuentra en el campo es uno de sus becerros, sus ovejas o las de otro ganadero.