EL ARBOL MAGICO
Había una vez un pueblo diferente a todos, en el ocurrían cosas extraordinarias, los niños iban felices a la escuela, las gentes se saludaban con una sonrisa, nadie ponía pucheros o caras enrocadas.
-¡Buenos días D.Pepito!
-¡Hola Dª Manolita! ¿Qué tal pasan los días de merecido descanso?
Asi se dieron la bienvenida la madre de Iria, y un anciano, al cruzarse junto a la fuente.
Como en casi todos los pueblos, tenía Plaza Mayor, muy cerca un hermoso jardín, donde se podían ver las más hermosas flores, árboles muy ancianos y rarísimos. Contaban los más viejos, que fueron traídos de la China por gentes extrañas, de ojos chiquitos, rasgados, pelo negrísimo, ensortijado, y una forma de hablar, que nadie les entendía. A pesar de las diferencias? vivieron una larga temporada entre ellos, prometieron regresar, sabiendo hablar mejor su lengua, y traer un obsequio que nunca podrían olvidar.
Pasaron los años, casi nadie les recordaba, y mucho menos su promesa. Pero las gentes bajitas, de color amarillo y ojos rasgados, retornaron al pueblo, trayendo un regalo especial.
Un árbol chiquito, de hojas con forma de corazón y color plata, gran alborozo tuvo la gente al ver un arbolito diferente a todos, lo plantaron en el jardín de la Plaza Mayor, la gente aplaudía y la música no dejaba de sonar, bailaron a su alrededor entonando canciones. Creció y creció ¡tanto!, que su tronco era tan grueso que solo doce hombres fuertes y recios podían
abrazarlo.
Cuando llegan turistas, contemplan las casas solariegas, algunas blasonadas, balcones de forja y filigranas exquisitas, visitan la iglesia con la gran espadaña, y preguntan dónde está al "gran árbol" siempre verás un anciano sentado en el viejo banco, seguramente arrastrando sus cansadas piernas por los muchos años, pero no dudará en contarte como nació este misterioso pueblo y el origen del grueso árbol.
Un pescador salvó en mares lejanos una sirena, a su regreso al pueblo le acompañó, dicen que su hermosura deslumbraba a los curiosos que deseaban mirarla, el viejo lobo de mar la dejó varada en la playa, acudiendo cada rato a charlar con su amada, el se quedo a vivir definitivamente en el blanco pueblecito costero, el pescador ya muy viejecito murió, y la sirena se volvió al mar.
Donde vivió con el pescador brotó agua dulce y salada, eran lágrimas derramadas por Sire a la muerte de su salvador.
Es la fuente que está cerca de la plaza ¿verdad mami?
-Escucha Iria lo que te cuenta el señor Manuel
¿Es todo esto verdad señor?
-Escucha Iria lo que dice señor Manuel.
Aunque me veas muy viejo, yo no vivía en aquellos tiempos, mis abuelos me contaron estas leyendas, y seguramente a ellos al amor del fuego, o en tardes de solaz, se lo contaron los suyos, todo viene de muy, muy antiguo, perdido su nacimiento en la niebla del tiempo, nosotros las seguimos conservando, sintiéndonos muy orgullosos de nuestro origen.
-¿Sabe mas leyendas sobre el origen de pueblo?
-Bueno, alguna mas recuerdo, aunque la memoria empieza a fallarme.
Veras hace muchos años, los niños tenían por costumbre jugar en el parque, allí pasaban sus días y tardes de vacaciones, solo deberian tener en cuenta -una norma- estar en casa a la hora de almorzar o cenar.
Es la historia del viejo árbol traído por gentes de origen lejano
- Del tronco del grueso árbol colgaba un letrero que decía
-Soy un árbol que siempre cumple tus sueños, solo necesitas pronunciar una palabra y el sueño será realidad.
Prueba Iria, aunque ahora lo veas más delgado, quizá conserve su poder.
Iria se pone nerviosa, y dice aquello que a sus pocos años viene a su cabeza.
Miguel, Enrique?chocolate, chuches, palitos de azúcar,¡¡¡¡ufff!!!!!!!!
-No, no conoces a esas personas querida niña, hoy serían demasiado ancianos, seguro que tienes otras hermosas palabras:
- Chocolate y chuches con sabor a plátano?
-Esas golosinas quizá puedas paladearlas, sí utilizas "dos palabras mágicas".
Iría, empezó a recordar palabras mágicas pero nada sucedía, luego se acordó de la frase que había leído en un cuento?-abra cadabra, pata de cabra- tampoco sucedía nada, después achilipun, pan, pun? el viejo árbol seguía sin conceder ningún regalo.
Muy triste dice
-¡¡¡¡Por favor!!!!! Señor árbol, déjeme entrar en ese mundo diferente que ha prometido hace muchos, muchos años
Al momento el árbol se abrió en dos mitades, habia una gran puerta, que a su vez tenia colgado otro letrero
-Sigue haciendo magia
Iria respondió
-¡¡¡Gracias!!! Amable árbol, por dejarme entrar en su corazón.
El árbol al oír "gracias" encendió una gran luz, que iluminaba todo su interior, muy al fondo había una casita.
¿- Por favor Señor Árbol puedo entrar en la casita?
-Por supuesto pequeña, -dice una misteriosa voz- y disfrutar de todo lo que allí encuentres.
-¡OHHHHHH!, esto es realmente mágico
Los caminos estaban construidos con chocolatinas, la casa flotaba en el aire, las ventanas eran de finísimas láminas de gelatina, con sabor a fresa, limón, melocotón, naranja? sobre la mesa del salón, en bandejas de caramelo de algodón, había tantos dulces y golosinas? que jamás Iria se pudo imaginar, las habitaciones tenían puertas hechas con hilo de luna, y un aroma a lluvia y playa, inundaba cada dormitorio, sobre las camitas hechas de harina de jengibre descansaban toditos los juguetes del mundo.
Iria salió feliz y contó a sus amiguitos la aventura vivida
Desde entonces los niños del pueblo, y los que vienen de vacaciones, son más felices.
Han aprendido que solo dos palabras, fáciles de pronunciar y difíciles de decir."Gracias" y "Por favor" son siempre mágicas, y abren todas las puertas.
En el parque hay una placa pintada con muchos colores que dice:
GRACIAS Y POR FAVOR,
NADA CUESTA PRONUNCIARLAS,
AGRADAN A QUIEN LAS ESCUCHA
ENNOBLECEN A QUIEN HABLA
Isaura Díaz de Figueiredo
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