Otoño en el Congreso

Llegaste discreto, atrás quedó el verano repleto de luz, de mar, de horas de playa, de sueños, de mensajes enviados en botellas, de mil poemas de amor, y alguna canción desesperada, rezumando recuerdos con sabor a despedida.

Volviste como cada año fiel a la cita, algo más triste, el mundo llora incomprensión, dolor, ausencias, oscuridad, incertidumbre; las hojas prematuramente amarillas, también escondían, bajo falso rocío, lágrimas furtivas. Los últimos rayos del sol veraniego, mostraban tímidos versos, leyendas, historias irrepetibles. Otoño ya vive entre nosotros con sabor a mosto recién exprimido, a recrear la vista en la uva pampa olvidada entre rojizas hojas, recordando el antiguo amor que no llegó a madurar, calores que nunca llegaron a encender lechos ardientes. Aguaceros intensos desean emerger viejos recuerdos, paladear agrios frutos, y ese amargor nostálgico que rezuma otoño, quiero saborearlo contigo, ponernos botas de agua y saltar otra vez sobre los charcos, recoger las gotas que caen de los tejados en el cuenco de nuestras manos y refrescar la acalorada piel que se resiste a abandonar la estación terminada. Borrar alguna lagrima perdida en la

Lobreguez de las horas.

Volver a tomar el café caliente de las ocho de la mañana, regresar a mi rincón favorito, sentir la caricia de las zapatillas de felpa, la bata larga, el calor de la bufanda, vivir entre días grises con aroma a musgo, contemplar la rosa sin espinas, ver la nieve en tu cabello, recordando que seguimos juntos a pesar de los años y las batallas libradas.

En el vaho de los cristales dibujo corazones sin flechas, sin miedo a equivocarme, porque ya no espero respuesta.

También hay tardes que la nostalgia anida junto al brasero, entonces escribo letras sueltas, cierro los ojos y siento que tu mano nunca se fue, porque sigue enredada como la hiedra en mis cabellos, y tu cuerpo y el mío se atraen, el seco crujir de la madera rompe viejos y polvorientos moldes, y respiramos, y nos amamos en silencio, ¡tanto! como si rezáramos al dios que nos olvidó, que jugó con nuestros sueños.

De pronto el despertador suena, y su estridente rim, rim, me resulta más incomodo que otras veces; vivía en un mundo feliz, la naturaleza cansada deseaba dormir?pero España no está para dormir, o mejor no estaba para largas siestas, enciendo el TV y me encuentro- tu mirada-, ¡si Pablo!, tú mirada de odio.

Gracias que hubo quien supo ver la verdad, anteponiendo el servicio a España por encima de intereses partidistas, ¡un golpe en la conciencia les despertó! Como a mí el reloj, ¡un paso al frente! Y bastó para poner cordura.

Pablo Iglesias, el señor Hernando no me caía muy bien cuando estaba con el HOMBRE DEL NO; hoy admiro su valentía, aplaudí cuando se quedó solo, cuando cientos de ojos se estrujaban contra sus gafas; entonces vi el odio que destilaban tus ojos, sabes que el lobo no ataca, indica con sus amarillentos ojos que llegó el momento de hacer saber a los "otros" que él-el lobo- es poseedor del don de la infalibilidad, así estaban tus ojos, del color del cinabrio, amarillentos, rojizos, ya no era "Pedro, amigo quedamos solos tú y yo"

A tu lado, custodiada por dos lobos, la loba y como toda loba, su papel era enseñar los dientes; vociferaba, gesticulaba fuera de si, sí, tu compañera de partido, esa mujer que olvida sus orígenes ricos y cómodos, embaucando a?¿Quién? a ti te vale con que tus ojos marrones sin expresión, se vuelvan lobeznos, repletos de odio y eso es lo que me asustó, ver tu mirada de lobo herido en su "ego".

Eres muy joven Pablo y destilar tanta ira, hace que tengas el espíritu corrompido.

No necesito decirte¿ que es odio en psicología?, eres de otra rama y no lo has estudiado, no obstante es increíble como lo demuestras en cuanto tienes oportunidad.

Me resultas ¡tan ridículo! ¡ tan pataletero!¡ tan infantil!¡tan niño enrabietado!, no puedo decir que siento pena, mentiría. Siento alegría de personas que libres de prejuicios, supieron desembudar el país, y eso supo el PSOE, un partido que dio a España momentos de gloria, de frescura... y esta vez el enfrentamiento iba muy en serio,¿ firmasteis? el señor que junto a ti, iba a?¿qué?.¡ah! ya sé, convertir España en una Venezuela.

El cuento o moraleja, que contaba a mis niños, carece de importancia, pero puede servir para que alguien reflexione sobre lo que puede hacer la manipulación.

Pero, ¿qué es el odio? Podemos decir, y sobre esto hay tantas opiniones como expertos, el odio es un sentimiento procedente de la elaboración a través del pensamiento de la emoción que conocemos como ira.

MORALEJA

"Un grupo de chicos conocían a un hombre sabio de su pueblo y urdieron un plan para engañarle. Atraparían a un pájaro vivo e irían a visitar al hombre sabio. Uno de ellos sostendría el pájaro detrás de la espalda y le preguntaría: "Hombre sabio, ¿el pájaro está vivo o muerto?" 
Si el hombre sabio respondía que estaba vivo, el chico aplastaría rápidamente al pájaro y diría: "No, está muerto". 
Si el hombre sabio decía: "El pájaro está muerto", el chico le enseñaría el pájaro con vida. Los chicos consiguieron que el hombre sabio los recibiera, El que sostenía al pájaro le preguntó: "Hombre sabio, ¿el pájaro está vivo o muerto?" 
El hombre sabio permaneció en silencio durante unos instantes. Después se agachó hasta que quedó a la misma altura que el chico y le dijo: "La vida que sostienes está en tus manos

NOTA:

Nunca abandones UN SUEÑO, porque si lo deseas con GRAN INTENSIDAD, puede hacerse REALIDAD, ¡y se hizo!, España vuelve a sentir ganas de luchar día a día?largo camino nos espera, no obstante la ilusión vuelve a nacer.

Isaura Díaz de Figueiredo

EL OTOÑO

Llegaste discreto, atrás quedó el verano repleto de luz, de mar, de horas de playa, de sueños, de mensajes enviados en botellas, de mil poemas de amor, y alguna canción desesperada, rezumando recuerdos con sabor a despedida.

Volviste como cada año fiel a la cita, algo más triste, el mundo llora incomprensión, dolor, ausencias, oscuridad, incertidumbre; las hojas prematuramente amarillas, también escondían, bajo falso rocío, lágrimas furtivas. Los últimos rayos del sol veraniego, mostraban tímidos versos, leyendas, historias irrepetibles. Otoño ya vive entre nosotros con sabor a mosto recién exprimido, a recrear la vista en la uva pampa olvidada entre rojizas hojas, recordando el antiguo amor que no llegó a madurar, calores que nunca llegaron a encender lechos ardientes. Aguaceros intensos desean emerger viejos recuerdos, paladear agrios frutos, y ese amargor nostálgico que rezuma otoño, quiero saborearlo contigo, ponernos botas de agua y saltar otra vez sobre los charcos, recoger las gotas que caen de los tejados en el cuenco de nuestras manos y refrescar la acalorada piel que se resiste a abandonar la estación terminada. Borrar alguna lagrima perdida en la

Lobreguez de las horas.

Volver a tomar el café caliente de las ocho de la mañana, regresar a mi rincón favorito, sentir la caricia de las zapatillas de felpa, la bata larga, el calor de la bufanda, vivir entre días grises con aroma a musgo, contemplar la rosa sin espinas, ver la nieve en tu cabello, recordando que seguimos juntos a pesar de los años y las batallas libradas.

En el vaho de los cristales dibujo corazones sin flechas, sin miedo a equivocarme, porque ya no espero respuesta.

También hay tardes que la nostalgia anida junto al brasero, entonces escribo letras sueltas, cierro los ojos y siento que tu mano nunca se fue, porque sigue enredada como la hiedra en mis cabellos, y tu cuerpo y el mío se atraen, el seco crujir de la madera rompe viejos y polvorientos moldes, y respiramos, y nos amamos en silencio, ¡tanto! como si rezáramos al dios que nos olvidó, que jugó con nuestros sueños.

De pronto el despertador suena, y su rim, rim me resulta más incomodo que otras veces, vivía en un mundo feliz, la naturaleza cansada dormía?pero España no está para dormir, o mejor no estaba para siesta largas, enciendo el TV y me encuentro tu mirada, si Pablo, tú mirada de odio hacia quien supo ver la luz y dejar intereses partidistas, dio un paso al frente. Hernando no me caía muy bien cuando estaba con PORTAVOZ DEL SEÑOR NO, hoy admiro su valentía, Y siento nauseas por tu odio Iglesias, el odio que destilaban tus ojos amarillentos, hacia todo lo que no era " vuestra verdad" a tu lado, custodiada por dos lobos estaba la loba, como toda loba enseñaba los dientes, vocifera ,si, tu compañera de partido, esa muchacha que no sabe más que mostrar sus incisivos, olvida sus orígenes ricos y cómodos, a ti te vale con que tus ojos marrones inexpresivos se vuelvan del color del cinabrio, odio es lo que me asustó cuando vi su mirada de lobo.

No necesito decirle que es el odio en psicología, aunque no lo sepa por estudios, sí, sabe que significa con demostraciones.

Me resulta usted tan ridículo, tan pataletero,tan infantil, tan niño enrabietado, no puedo decir que siento pena, porque mentiría, siento alegría de personas que libres saben liderar un partido, y eso supo el PSOE, que dio a España momentos de gloria, de frescura...y otra vez fue consecuente; ésta iba muy en serio la ruptura, un señor que junto a usted siembra lodos y mentiras y recoge? no sus lagrimas en el cuenco de la mano, que eso no me importa ,llorado se viene de casa, en el Congreso se está a la altura, ya que no se representa a uno ,representa a todos los españoles y los españolitos de bien, y estos, se nos encogía el corazón pensando en convertirnos en nuevos venezolanos.

El cuento o moraleja, que contaba a mis niños, carece de importancia, pero puede servir para que alguien reflexione sobre lo que puede hacer la manipulación.

Pero, ¿qué es el odio? el odio es un sentimiento procedente de la elaboración a través del pensamiento de la emoción que conocemos como ira.

MORALEJA

"Un grupo de chicos conocían a un hombre sabio de su pueblo y urdieron un plan para engañarle. Atraparían a un pájaro vivo e irían a visitar al hombre sabio. Uno de ellos sostendría el pájaro detrás de la espalda y le preguntaría: "Hombre sabio, ¿el pájaro está vivo o muerto?" 
Si el hombre sabio respondía que estaba vivo, el Chico aplastaría rápidamente al pájaro y diría: "No, está muerto". 
Si el hombre sabio decía: "El pájaro está muerto", el Chico le enseñaría el pájaro con vida. Los chicos consiguieron que el hombre sabio los recibiera, El que sostenía al pájaro le preguntó: "Hombre sabio, ¿el pájaro está vivo o muerto?" 
El hombre sabio permaneció en silencio durante unos instantes. Después se agachó hasta que quedó a la misma altura que el chico y le dijo: "La vida que sostienes está en tus manos

NOTA:

Nunca abandones UN SUEÑO, porque si lo deseas con GRAN INTENSIDAD, puede hacerse REALIDAD, ¡y se hizo!, España vuelve a sentir ganas de luchar día a día?largo camino nos espera, no obstante la ilusión vuelve a nacer.

Isaura Díaz de Figueiredo