Parece que también el Premio Nobel de literatura está perdiendo su identidad, la enfermedad de la época. El mirador provinciano observa cómo muchas cosas se le hacen irreconoscibles. Ahora ve con sorpresa que el premio Nobel de Literatura se lo dan a un cantante del gran espectáculo, norteamericano con proyección y famoso universal. Y muchos se están preguntando si los versos de Bob Dylan son poesía o son ripios, eso sí, con garra que impactan a mucha gente, por lo obvios que son, o quizá porque son subversivos en el envoltorio de la música y el espectáculo de masas. Pero dentro de un orden, del stablisment del que vive y ha vivido el cantante. Podrían haberle dado el Nobel de música, pero no hay; el de literatura yo creo que debe ser para las obras del arte literario. También se lo podrían haber dado a Leonard Cohen, que escribe bien y canta muy bien sus versos. Claro para juzgar los "poemas" de Bob Dylan hay que dominar el inglés, el inglés literario. y yo no soy quien. Pero con esto de la globalización anda todo revuelto, mezclado y confuso. No sólo está perdiendo el hombre su identidad, y Europa también, sino también el arte, que dicen que debe ser trasversal, que parece que quiere decir que se mezclen y confundan todas las artes y las letras, e incluso camuflar en ese totum revolutum lo que no es arte. Podemos quedarnos con que el Nobel se ha contaminado de populismo o masismo, alimento actual del pueblo y de las masas, que antes se llamaban masas proletarias, y ahora ya ni siquiera hay proletariado, porque los que viven y mueren peor que los proletarios se han confundido con el pueblo, la gente, a quien se lo dan todo pensado los políticos. Otras veces el Nobel se ha contaminado de política, porque a veces más que dárselo a un artista de la palabra se lo dan a un país o a un régimen porque le toca. Y el personaje es el representante de ese país ese régimen o esa sociedad.
La empresa Diario de Salamanca S.L, No nos hacemos responsables de ninguna de las informaciones, opiniones y conceptos que se emitan o publiquen, por los columnistas que en su sección de opinión realizan su intervención, así como de la imagen que los mismos envían.
Serán única y exclusivamente responsable el columnista que haga uso de nuestros servicios y enlaces.
La publicación por SALAMANCARTVALDIA de los artículos de opinión no implica la existencia de relación alguna entre nuestra empresa y columnista, como tampoco la aceptación y aprobación por nuestra parte de los contenidos, siendo su el interviniente el único responsable de los mismos.
En este sentido, si tiene conocimiento efectivo de la ilicitud de las opiniones o imágenes utilizadas por alguno de ellos, agradeceremos que nos lo comunique inmediatamente para que procedamos a deshabilitar el enlace de acceso a la misma.