COAG pide un cambio normativo que permita a los consumidores diferenciar los productos españoles de los de otros países
El sector apícola de COAG-CyL se ha dirigido a todos los Grupos Parlamentarios que conforman las Cortes de Castilla y León solicitándoles que insten al Gobierno central un cambio normativo en la legislación, similar al introducido en 2006 en Italia, que permita a los apicultores españoles diferenciar a través del etiquetado sus producciones frente a las de otros países, lo que a su vez permitirá a los consumidores identificar el origen de las mieles que consumen. Se trata de aprovechar la oportunidad que supone la modificación del Real Decreto 1049/2003, de 1 de agosto, por el que se aprueba la norma de calidad relativa a la miel, (así como su posterior modificación, el RD 473/2015) e introducir un cambio muy necesario para clarificar el mercado de la miel.
COAG lleva años denunciando la falta de transparencia que posibilita la aplicación de la Directiva 2001/110/CE de la Miel en España, ahora modificada por la Directiva 2014/63/UE, ya que permite a los operadores, por ejemplo, etiquetar mieles de fuera de la UE como "mezcla de mieles UE - no UE" (en casos de adición de pequeñas cantidades de miel europea a las mezclas) sin indicar los países en los que las mieles fueron recolectadas, o etiquetar como "mezcla de mieles no UE" sin indicar si la miel comercializada proviene de China o de Ucrania.
Esto va en contra de lo establecido en la Directiva 2000/13/CE del Parlamento Europeo y del Consejo, ya que las leyendas admitidas por la Directiva inducen a confusión a los consumidores que, aunque quieran, son incapaces de identificar el origen de la miel que adquieren. La situación resulta cada vez más preocupante porque las importaciones provenientes de terceros países son crecientes y porque las rutas por las que ingresan en nuestro país son cada vez más complejas.
"Las importaciones masivas de miel a bajo precio y menor calidad ?señalan desde COAG? están poniendo en serio riesgo el mantenimiento de nuestra apicultura. Los apicultores profesionales son muy necesarios porque prestan un servicio público y medioambiental estratégico para la sociedad y la naturaleza: el 76% de la producción de alimentos y el 84% de las especies de plantas dependen de la polinización que realizan las abejas. Precisamente la polinización es el principal bien que nos proporcionan las abejas, siendo además los productos de la colmena (miel, polen, cera?), excelentes".
Castilla y León es la tercera comunidad autónoma en importancia apícola y cuenta con 432.536 colmenas. Es la primera CCAA en número de explotaciones (5.071), pero sólo el 12% son apicultores profesionales. El número de apicultores profesionales en Castilla y León ha disminuido en los últimos años.