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Rajoy se convertirá hoy en el presidente del Gobierno con el menor rechazo de la historia
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SEGUNDA VOTACIÓN DE INVESTIDURA ESTA TARDE

Rajoy se convertirá hoy en el presidente del Gobierno con el menor rechazo de la historia

Actualizado 29/10/2016

La inédita decisión del principal partido de la oposición de no rechazar al candidato permite al líder del PP alcanzar ese honor

Después de los más de 300 días de Gobierno en funciones, pactos útiles e inútiles, rupturas, bloqueos, votaciones e investiduras fallidas, Mariano Rajoy se convertirá este sábado en el presidente del Gobierno que menos rechazo haya suscitado en el Congreso desde 1979, cuando se celebró el primer debate de investidura con Adolfo Suárez.

Aunque solo se sabrá el número exacto de apoyos y rechazos después de la votación es probable que el candidato del PP sea investido con poco más de un centenar de votos en contra: los 71 de Unidos Podemos, los nueve de Esquerra, los ocho del Partit Demòcrata Català, los cinco del PNV, los cuatro de Compromís, los dos de Bildu y en torno a la quincena de socialistas que romperán la disciplina de voto de su grupo. Un resultado en cierta medida sorprendente porque por primera vez desde la restauración de la democracia, el principal grupo de la oposición, el del PSOE en este caso, no va a votar en contra, se va a abstener. Desde la investidura de Suárez hace 37 años, el segundo grupo de la Cámara se ha opuesto a la investidura por sistema y sin discusión, y el candidato a presidente nunca ha pedido la colaboración del grupo llamado a ser el principal bloque de la oposición.

Los socialistas han votado contra Suárez, Leopoldo Calvo Sotelo y José María Aznar. También contra Rajoy en 2011. Los populares, por su parte, rechazaron siempre a Felipe González y José Luis Rodríguez Zapatero. Así como los demás grupos han fluctuado entre el 'sí, el 'no' y la abstención, el principal grupo opositor siempre se ha enfrentado al aspirante a la Presidencia del Gobierno.

Claro que nunca se había vivido una situación como la actual, también inédita, porque si se seguía la costumbre instaurada desde la transición, las terceras elecciones eran inevitables. El PSOE, por razones de conveniencia electoral, de crisis interna y por responsabilidad institucional, ha preferido romper con los usos y costumbres instalados desde cuatro décadas.

Hasta esta oportunidad, el candidato a presidente del Gobierno había conseguido sin excepción construir mayorías para ser elegido en la primera votación aunque no gozara de mayoría absoluta. Así lo hizo Suárez en 1979, Calvo Sotelo en 1981, González en 1993, Aznar en 1996, y Zapatero en 2004. Rajoy ha sido el primero que no ha sido capaz de forjar una mayoría suficiente para ser investido ni en primera ni en segunda votación, y si no llega a ser por la decisión socialista de abstenerse su insolvencia hubiera precipitado unas terceras elecciones generales.

El presidente del Gobierno que contó con más respaldos en la investidura fue Felipe González con la hoy impensable mayoría absoluta de 202 escaños a los que sumó cinco más de otras fuerzas de izquierda, entre ellas el Partido Comunista. Aznar tuvo su mejor momento en 2000, con 202 votos a favor ya que incorporó a los 183 escaños de su partido los de los diputados de CiU y Coalición Canaria.

Rajoy, además de ser el menos rechazado, también podría haber protagonizado la paradoja de ser a la vez el menos apoyado, pero Zapatero en su segundo mandato le ha salvado de tener ese protagonismo. El socialista obtuvo en la investidura de 2008 con los únicos 169 votos del grupo socialista, mientras que Rajoy tiene asegurado uno más para llegar a los 170, con los 137 del PP y sus socios de Foro y Unión del Pueblo Navarro, 32 de Ciudadanos y uno de Coalición Canaria.

Hay también una anomalía legal, la de 1989, cuando hubo que repetir las elecciones generales en Murcia y Pontevedra, y el Congreso se constituyó con solo 333 diputados, de modo que González fue investido con 167 respaldos, una cifra que era la mayoría absoluta justa en aquel hemiciclo reducido.

El presidente del Gobierno que había tenido un rechazo menor hasta el momento era González, que en 1982 solo tuvo 116 votos negativos, los de Alianza Popular y los restos de la UCD. Salvo aquella investidura, en las demás los rechazos han superado siempre los 144. Hasta que ha llegado Rajoy, que solo contabilizará algo más de un centenar de 'noes'.

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