Ahora? ¿Volvemos al trabajo?
El pasado domingo día 23 el comité federal del PSOE cerraba un periplo que le había puesto en la encrucijada de revelar su verdadera naturaleza... una vez más. Para aquellos y aquellas que, como yo, nos habíamos formado políticamente contra las reformas de Bolonia, los últimos movimientos de Pedro Sánchez contra los verdaderos lobbies de poder empresarial y de comunicaciones que en la actualidad representan personas como Felipe González, Juan Luis Cebrián y otros pesos pesados del partido, nos estaban dejando estupefactos. ¿Es que el PSOE realmente quería volver a ser un partido socialdemócrata? Más bien se trataba de todo lo contrario y hoy podemos interpretarlo como el canto de cisne de una tendencia presente en esta agrupación desde hace muchos años. Para aquellos y aquellas a las que todavía les pudiera quedar alguna duda, espero que esto sirva para dejar de relacionar al PSOE con la izquierda, ni nada que tenga que ver con ella. Como digo, esta tendencia viene de largo. Para muchos y muchas jóvenes que hoy estamos devolviendo religiosamente el pago de los créditos que nos ofreció el banco Santander a instancias del presidente ZP para poder terminar nuestros estudios en la universidad "pública", el inicio de la crisis económica en 2007 sirvió ya para revelar la verdadera naturaleza del PSOE, que entonces comenzamos a identificar como PPSOE antes de que otros y otras hablasen de "la casta". El brillante análisis de mi colega Juan Andrade en el diario Publico ("El PSOE, trayectoria, crisis e implosión", 3 de octubre de 2016), en cambio, remonta esta crisis a 1979, con la redefinición ideológica llevada a cabo por Felipe González- para quien no lo conozca todavía: consejero de Gas Natural hasta 2015, asesor legal del opositor venezolano Leopoldo López y con un patrimonio millonario que, junto con el de algunos miembros de su familia, ha aparecido recientemente relacionado con los Papeles de Panamá, casualidad, lo mismo que su íntimo amigo Cebrián, presidente ejecutivo del Grupo Prisa; pero esto no lo dice Andrade en su artículo, mucho más comedido y mejor argumentado que mis filípicas (¿o debería decir felípicas?) y cuya lectura recomiendo encarecidamente. Se muestra Andrade también demasiado benevolente ante la alternativa que hoy más que nuca representa Unidos Podemos a los partidos neoliberales en el poder (PPSOE-Cs) y pasa por alto una crítica necesaria que no es otra que haberle dado al PSOE el beneficio de la duda no hasta el último momento, sino hasta el ultimísimo de su implosión (más bien diría harakiri), pues han sido sus dirigentes y no nosotros ni nosotras quienes han devuelto las cosas a su sitio. No, no nos confundamos, todavía no se ha producido ningún "asalto al poder". El poder lo siguen teniendo estas personas capaces de manejar la opinión de la gente a través de los medios de comunicación, engañar recurrentemente a sus votantes sin ningún remilgo e incluso, llegado el caso, puentear la dirección de un partido para cambiar el curso de los acontecimientos. En fin, cautivo y desarmado ¿definitivamente? el PSOE, ahora la pelota vuelve a nuestro tejado... de nuevo ¿Volvemos al trabajo?
En la imagen, de Salamanca rtv al día, reunión del comité federal del PSOE.
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