La adicción al juego o ludopatía, sin tener, obviamente, las características de las adicciones a sustancias químicas, tiene de común con ellas el que el sujeto que la padece se encuentra en una situación de DEPENDENCIA emocional con los juegos de azar que incluyen pérdidas o ganancias de dinero.
Sabemos que muchas ruinas económicas, familiares o personales, son el final de una ludopatía no tratada, o no correctamente tratada. El jugador es un sujeto radicalmente dividido entre un supuesto deseo consciente de enriquecerse y un deseo compulsivo e inconsciente de perder, como modo de autoagredirse. El jugador compulsivo siempre termina perdiendo; aunque tenga una "racha" buena de ganancias, se las apañará para seguir jugando y perder lo que ganó. Eso lo saben muy bien todos los casinos y salas de juego.
El tratamiento apropiado es una psicoterapia; en el proceso terapéutico el jugador irá dándose cuenta de qué sentimientos de culpa subyacen a su compulsión a jugar y a su necesidad de autocastigo y, frecuentemente, daño a su familia; hasta que comprenda cómo su deseo inconsciente de perder tiene unas raíces en su biografía, en antecedentes familiares que funcionan como la primera parte de la historia de su ludopatía.
Otras medidas complementarias a la psicoterapia pueden ayudar a la rehabilitación ( como la prohibición de entrada en los locales de juego), pero sin una psicoterapia es muy improbable cualquier rehabilitación definitiva.
Dr. Francisco Delgado. [email protected]. Tfno: 923603348
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