A partir de enero se exige una superficie mínima de crianza de dos metros cuadrados para animales a partir de 110 kilos
El sector del ibérico se encuentra en un momento clave de adaptación de los cebaderos a la norma de calidad. Así lo ha explicado Miguel Ángel Higuera, director de Anprogapor, en la jornada profesional. Higuera ha recordado que, desde 2014, los productores han contado con tres años de moratoria para aplicar la densidad de dos metros cuadrados que necesitan los animales a partir de los 110 kilos. Ha insistido en que el ganadero debe tener ya los animales en estas dimensiones, porque los animales que se quieran sacrificar a partir del 12 de enero de 2017 "tienen que cumplir este requisito" aunque lamentó que "desafortunadamente, no son conscientes de que tiene que ser así".
Por el momento, el 70% de los productores ya se han adaptado a este requisito, una cifra que "no está mal, pero hay que llegar al 100%" para que no tengan problemas a la hora de certificar esos animales como ibéricos, tal como exige la norma de calidad. Y más que una cuestión de inversión, se trata de adaptar la producción a las capacidades reales, reducir el número de animales o contar con más espacio.
En un momento actual del sector estable, tanto en sanidad como en precios, Higuero ha indicado que se está en situación de 'stand by', desde que se creó la tercera norma hasta que salgan al mercado los productos. El director de Anprogapor también ha reconocido que no cree que ésta sea la última norma de calidad, algo "negativo para el ibérico", porque sigue sin reflejar lo que la realidad del productor y del industrial quiere hacer. "No será la definitiva mientras sea una norma que se haga para vender al público".
Fotos: Alberto Martín