La fortaleza del consumo privado y el buen comportamiento del turismo explican que el crecimiento sea superior a lo anunciado hace tres meses
El crecimiento económico en el primer semestre de este año ha estado basculado hacia las regiones del este de España y la Comunidad de Madrid. La fortaleza del consumo privado y el buen comportamiento del turismo explican que el crecimiento sea superior a lo anunciado hace tres meses, pero también que la aceleración sea mayor en las comunidades del este peninsular, las regiones insulares y Madrid. Además, en Extremadura, Murcia, Baleares, Cataluña y Asturias el aumento del gasto público más allá de lo previsto podría estar también contribuyendo a impulsar la actividad.
En paralelo, las comunidades del norte y noroeste se han visto beneficiadas por el crecimiento de las exportaciones y de la inversión. Como consecuencia, todas las comunidades ven revisado al alza su crecimiento para 2016 frente a lo publicado en el anterior observatorio regional publicado en mayo, si bien son las pertenecientes al primer grupo las que lideran el crecimiento.
Hacia 2017, no obstante, las previsiones de BBVA Research apuntan a una desaceleración del crecimiento en todas las CC.AA., si bien esta será de mayor entidad, precisamente, en las regiones actualmente más dinámicas. Como consecuencia, aunque el aumento de la actividad continuará siendo mayor en las comunidades del Levante, Madrid o las regiones insulares, la brecha entre las que más crecen y las que muestran un menor dinamismo se reducirá. Estas son las principales conclusiones del Observatorio Regional, que analiza por autonomías algunas de las conclusiones presentadas en el informe 'Situación España'. BBVA Research mantiene las previsiones de crecimiento presentadas en agosto para España en el 3,1% para el conjunto de 2016 y del 2,3% para el próximo ejercicio.
Condicionantes del crecimiento en 2017
Las previsiones de crecimiento de España para el próximo año son más moderadas y se estima que el crecimiento se quede en el 2,3%. Aunque la política monetaria continuará siendo expansiva, y el precio del petróleo se mantiene bajo ?aun cuando se ha revisado al alza su senda de evolución-, actuando como soportes de la actividad, diversos aspectos contribuyen a debilitar el dinamismo en 2017, y su incidencia será mayor precisamente en las comunidades que ahora se muestran más dinámicas.
Los efectos del Brexit
El brexit afecta a las regiones españolas a través de la afluencia turística, la importancia residencia de británicos en la región o la compra de vivienda por parte de residentes en aquel país. Además, las exportaciones de bienes pueden verse afectadas, y el impacto diferirá de acuerdo a la relevancia de Reino Unido como socio comercial. Los efectos directos, por tanto, conducen a un mayor impacto para la Región de Murcia y Canarias, aunque todas las regiones podrían verse afectadas. Además, la desaceleración global contribuirá al menor crecimiento de las exportaciones, lo que podría afectar a las comunidades del norte, como Galicia o Castilla y Léon.
Por otro lado, el crecimiento se verá afectado por la incertidumbre de política económica y el menor impulso fiscal. El mantenimiento de la incertidumbre en niveles elevados puede traducirse en la paralización de planes de inversión o de compra de bienes de consumo duradero, pero además la falta de gobierno condiciona la actuación del resto de administraciones, limitando tanto sus planes de inversión como la decisión de políticas, al no poder desarrollar sus respectivos presupuestos. Las comunidades con un menor margen de actuación fiscal, por sus elevados niveles de deuda y déficit son las que se pueden ver más afectadas por estas limitaciones.
En resumen, en 2017 el crecimiento de la economía continuará apoyado en un mayor crecimiento de las economías del este peninsular, las regiones insulares y Madrid, si bien la brecha con el resto será menor que en 2016. En términos de empleo, la economía española creará cerca de 800 mil empleos en el bienio 2016-2017, dos tercios de los cuales se concentrarán en Cataluña, Andalucía, Baleares, Comunidad Valenciana y Murcia. La relevancia del sector servicios como creador de empleo y el impulso del turismo justifican este sesgo.