Los expertos de la Consejería de Sanidad califican el riesgo de contagio de "muy bajo", y según lo confirmó el consejero en su visita a Salamanca
Según han informado fuentes de
El primero de estos casos, un varón de 62 años fallecido, había sufrido una picadura de una garrapata durante su estancia en la localidad abulense de Villarejo del Valle, por lo que
En este sentido,
Prevenir las garrapatas
Sanidad ha querido transmitir que el riesgo de contagio directo de la fiebre hemorrágica de Crimea-Congo es muy reducido. Al ser las garrapatas el vector transmisor, han incidido en que, en el caso de la población en general, es «importante» conocer y observar las recomendaciones preventivas para evitar las picaduras de este insecto.
Así, se dirigen recomendaciones a los ciudadanos y, especialmente, a determinados grupos como ganaderos y agricultores, trabajadores de mataderos, cazadores y excursionistas. Entre estas recomendaciones se encuentran usar ropa protectora en las zonas de riesgo, que cubra tobillos y brazos y que tenga elásticos en tobillos, cintura y muñecas; llevar ropa oscura al campo; revisar la ropa antes de entrar en el lugar de residencia; examinar el cuerpo tras salidas al campo para localizar garrapatas fijadas para su pronta extirpación, ya que la transmisión de infecciones es más baja en las primeras horas; extracción adecuada de toda la garrapata fijada, siempre mediante tracción con pinzas de punta fina; acudir al médico al presentar alguna manifestación compatible con las enfermedades transmisibles por estos insectos; utilizar repelentes preferentemente sobre la ropa; y evitar sentarse en el suelo en zonas de vegetación.
Vigilancia
La vigilancia sanitaria de estos insectos en Castilla y León se desarrolla a través del 'Programa de prevención y control de las antropozoonosis transmitidas por garrapatas'.
Esta intervención, puesta en marcha en 1995 y dependiente del Observatorio de Salud Pública, incluye numeras acciones de carácter preventivo, asistencial y de vigilancia epidemiológica, destacando, entre estas últimas, el análisis de las muestras que, voluntariamente, remiten los profesionales sanitarios participantes tras la retirada de garrapatas fijadas en personas.
De esta manera es posible disponer de información sobre la distribución de los patógenos (rickttsias, Borrelia burdorferi y anaplasma) presentes en nuestro territorio.
Como ejemplo, han señalado que en 2014, de cuando datan los últimos datos procesados, el Programa procesó 1.143 garrapatas, sin que, en lo últimos años, se hubiera detectado presencia del virus de la fiebre hemorrágica de Crimea-Congo en los ejemplares analizados.
Fuente: El Norte de Castilla