CIUDAD RODRIGO | El espectáculo fue seguido por miles de personas, que posteriormente se repartieron por establecimientos de hostelería
Varios años después, Ciudad Rodrigo volvió a disfrutar del clásico castillo de fuegos artificiales en su fecha más emblemática: la víspera del 15 de agosto, lo que significa que el día siguiente no es laborable, y que por lo tanto, se pudo disfrutar con más calma en la noche del domingo tanto del propio castillo en sí como del tiempo posterior, donde las terrazas de prácticamente toda la ciudad se llenaron a rebosar (así estaban por ejemplo todas las de la Plaza Mayor o las del entorno de La Glorieta).
En lo que se refiere al castillo de fuegos artificiales en sí, se rigió por los parámetros clásicos: tuvo una duración de 10 minutos, y se lanzaron desde el primer parking de La Pesquera, siendo contemplados por miles de personas desde el entorno del río, los dos puentes, la zona de la muralla que da a esa parte del río, o la Puerta de Santiago. En la subida a esta Puerta, por cierto, no se había cortado la maleza, por lo que fue más incómodo para el público seguir el espectáculo, que no se subió al muro de la parte derecha de la subida tanto como en años anteriores.
Por la maleza acumulada en ese y en algún otro lugar más, la vigilancia de los Bomberos Voluntarios de Ciudad Rodrigo fue este año mucho más intensa, para controlar si los elementos de artificio podían llegar a prender algo en su caída. Por fortuna, en la noche dominical no hacía ni una pizca de viento (a diferencia de algunas noches anteriores) con lo cual el riesgo de salida ya era menor, sin que finalmente hubiera ninguna incidencia.
Como decíamos, concluido el espectáculo, miles de personas se repartieron por toda la ciudad, especialmente por los establecimientos de hostelería, para disfrutar de una velada muy agradable.
Con este castillo de fuegos artificiales, Ciudad Rodrigo ha puesto el punto y final al ciclo bautizado este año por el Ayuntamiento como de 'Fiestas de Verano', que arrancó el Martes Chico. En estas casi dos semanas, se han intentado concentrar todas las actividades veraniegas promovidas por el Consistorio mirobrigense.
Reportaje gráfico: Adrián Martín y David Rodriguez