El mes de julio ha sido tan particular que se agradece la canícula informativa de agosto: andamos sin gobierno, algún incendio forestal de esos que no se controlan ?me perdonan la estupidez, pero me entienden- un divorcio real, un posado de niñas con vestido, mucha terracita y playa para los que no se fueron en desbandada a comienzos del verano. Lo usual, Rajoy en el fresquito y hasta algún partido de pretemporada porque no todo va a ser olimpismo. Un agosto de los de antes, pegajoso, inacabable, con los niños un poco irritables y la extraordinaria bien gastada. Son tiempos de helado, siesta y un poco de cloro. Gazpacho, cierta languidez y el de la carnicería que ha abierto por fin mientras a su alrededor lucen los carteles de cerrado por vacaciones.
A mí me gusta el verano y aprovecho para penar en lo que hago, que durante el curso me paso la vida acelerada. En cierto modo trabajo más, pero eso de no tener horarios es una maravilla, lo malo es que la niña bonita está tan vaga que no sé qué hacer con ella. Hasta lo de ponerse el bañador le parece un dispendio de energía, eso sí, está muy preocupada con la situación política que nos aflige, y no se piensen ustedes que se trata de los juntorios de Rajoy y Rivera que no dan para una investidura, no, mi hija no repara en esas elecciones vascas que suponen el no al PP o las gallegas que van a ser una marea, no, lo suyo apunta más allá y está verdaderamente preocupada con la llegada de Trump a la Casa Blanca. Y eso que le digo que nones, claro que después de mi éxito como agorera con el Brexit más vale que me calle. A mí la señora Clinton me parece un acierto, aunque hubiera preferido que le mordiera al señor en algún momento para devolverle el Monikazo. Pero ya sabemos que eso del Despacho Oval da para muchos chistes, excepto en el caso de Obama, a quien si se le hubiera puesto una becaria a tiro no tenía más que agarrar la azada del huerto de Michelle y listo. Yo votaría a Michelle Obama, y eso que no se presenta, y a falta de mujer fantástica, pues aquí está Clinton para recordarnos que es posible horrorizarse, la mano en la boca, de una ejecución en diferido. Esa foto del gabinete de Obama viendo la muerte de Bin Laden en la que ella no pareció de piedra me devolvió a la confianza de que las mujeres hacemos política de otra manera. Eso sí, que alguien me explique qué busca Susana Díaz ninguneando al jefe, a mí las cosas por delante y ya, aunque sea diciendo burrada y media como este mal chiste que es Donald Trump, a quien parece que es Putin el que le paga la campaña. Por lo pronto, a su mujer, aparte de sacarle fotos del pasado en bolas, la han acusado de copiar descaradamente un discurso de Michelle. La que vale, vale? por eso que la señora Obama se lo piense porque mi hija es capaz de nacionalizarse norteamericana para hacerle de voluntaria. Y mientras, el verano con sus calores, sus horrores y sus horas lentas pasa inexorablemente. Con incendios, veraneos en Mallorca, Pontevedra y hasta con olimpiadas caóticas y coloridas. Lo dicho, qué felicidad.
Charo Alonso
Fotografía: Fernando Sánchez Gómez
La empresa Diario de Salamanca S.L, No nos hacemos responsables de ninguna de las informaciones, opiniones y conceptos que se emitan o publiquen, por los columnistas que en su sección de opinión realizan su intervención, así como de la imagen que los mismos envían.
Serán única y exclusivamente responsable el columnista que haga uso de nuestros servicios y enlaces.
La publicación por SALAMANCARTVALDIA de los artículos de opinión no implica la existencia de relación alguna entre nuestra empresa y columnista, como tampoco la aceptación y aprobación por nuestra parte de los contenidos, siendo su el interviniente el único responsable de los mismos.
En este sentido, si tiene conocimiento efectivo de la ilicitud de las opiniones o imágenes utilizadas por alguno de ellos, agradeceremos que nos lo comunique inmediatamente para que procedamos a deshabilitar el enlace de acceso a la misma.