Adoración Cañamero resalta en un didáctico pregón que el comercio “exige innovación...

(> El pregón íntegro del Martes Mayor se puede leer aquí: http://salamancartvaldia.es/not/123963/pregon-integro-martes-mayor-martes-comercios-estraperlos/).

Ciudad Rodrigo está viviendo desde última hora de la tarde del lunes la celebración de su Martes Mayor 2016, el 33º de la historia, que arrancó como es tradición con el pregón de la festividad, que este año corrió a cargo de la que fue concejal de Comercio y Turismo del Ayuntamiento hasta junio del año 2011, Adoración Cañamero.

El acto en el Teatro Nuevo Fernando Arrabal se abrió con la presentación de la pregonera por parte de la actual responsable de las mencionadas concejalías, Azahara Martín, que tuvo una mención especial para el cariño que muestra Adoración Cañamero hacia su familia, especialmente con su nieta recién nacida, lo que provocó mucha emoción en la pregonera, como se pudo ver al subir al escenario.

En consecuencia con una trayectoria profesional vinculada completamente a la docencia, el pregón de Adoración Cañamero tuvo un intenso carácter didáctico, hablando de la historia del comercio en general, de la historia del Martes Mayor, o de cómo funcionaban el contrabando y el estraperlo, temática de la celebración de este año,.

Resumen del pregón

Tras dar las gracias al alcalde Juan Tomás Muñoz y a la concejala de Comercio Azahara Martín por su nombramiento como pregonera, Adoración Cañamero inició su pregón con unas palabras para los que fueron sus "compañeros de viaje", los comerciantes de Ciudad Rodrigo, de los que destacó la "dignidad y valentía" con la que siguen estando al frente de sus negocios familiares, "sobreviviendo la crisis" con el "coraje heredado de sus antepasados", alabando asimismo su "profesionalidad y sensatez".

A continuación, la pregonera hizo un pequeño esbozo del origen y evolución del comercio, empezando por la prehistoria, y pasando por el trueque, la labor de los fenicios, el surgimiento de las monedas y de la banca, las rutas transcontinentales o las mejoras en el transporte. Para la pregonera, todos esos pasos permiten ver que la actividad comercial "exige innovación constante, ya que innovar, en comercio, es sinónimo de progreso".

Ese recorrido histórico general dio paso a un recorrido personal, recordando su llegada a Ciudad Rodrigo ?es natural de Aldehuela de Yeltes- para estudiar en las Teresianas, recordando cómo eran los martes de antaño, con "los coches de línea repletos de gente de los pueblos circundantes", o cómo la Plaza Mayor y sus calles adyacentes, "a eso de la una y media del mediodía, eran un hervidero". En torno a esos martes, mencionó a los hortelanos de la ribera del Águeda, que siguen dando a la Plazuela del Buen Alcalde "ese toque especial de los martes en Miróbriga". Adoración Cañamero también recordó que los jueves y los domingos había más mercado de hortelanos en la calle El Rollo.

La pregonera apuntó que "el ambiente festivo" de los martes lo recuerda con "especial cariño" al recordar la cesta de mimbre en la que su familia le traía "viandas para toda la semana; abrirla era tan gratificante que la emoción me embargaba: el olor de mi familia, de mi casa y de mi gente venía en el interior de esa cesta". Cuando conoció en su último año de carrera a su marido, el mirobrigense de nacimiento Andrés Sevillano, ya se convirtió en "hija adoptiva de la ciudad que me vio crecer y me dio una nueva vida".

A continuación, Adoración Cañamero dedicó un bloque al Martes Mayor, que tres décadas después de su creación por la Corporación de Miguel Cid, "sigue siendo un referente", siendo "cada año mayor la demanda para ocupar un espacio". En este momento, apareció en escena un alguacil, para recordar con trompetilla incluida, cómo sería el anuncio de la creación de la festividad.

Adoración Cañamero hizo también un recorrido por los momentos de cada Martes Mayor: el vaivén de furgonetas, el sonido de la gaita y tamboril, la ilusión de los pequeños, el movimiento de personas y coches, y el crecimiento del bullicio, todo ello en un día que "todos los mirobrigenses nos unimos a los comerciantes para impulsar cada año más la actividad comercial en Ciudad Rodrigo". A este impulso se ha unido un "hermano muy joven", el Martes Chico, que "aunque nació por casualidad, fue un gran acierto del actual Consistorio".

La siguiente parte estuvo dedicada a la temática del Martes Mayor de este año, para ese comercio "que surgió de la necesidad, durante los años de posguerra, en una España sumida en la pobreza general", donde "¡hasta cáscaras de naranja y peladuras de patatas se guardaban como joyas para mejor ocasión!". En "situaciones tan extremas" también abundaba la "solidaridad" entre vecinos, que "compartían cuanto tenían para hacer más llevadera la pena y mitigar, a la vez, el hambre, la hambruna y la penuria".

Desde su punto de vista, "las grandes maestras en el arte de eludir impuestos fueron las lecheras", que "transformaban, magistralmente y en muy poco tiempo, los grandes calderos de latón de 10 litros en calderos de 20 litros; les bastaba el tiempo necesario para añadir a los 10 litros de leche otros tantos de agua". Gracias a ello, "la lechera adquiría un pedazo más de pan con que alimentar a sus hijos", si no eran detectadas por los inspectores, que controlaban si había adulteración.

Ante la escasez de pan, azúcar o aceite, en esta época "todos, sin distinción de clase social", acudían a ver a los matuteros, las personas que traficaban en el mercado negro del estraperlo. En este punto, destacó la "valentía y arrojo" en esa tarea de las mujeres a quién "la guerra había convertido en cabezas de familia". Asimismo recordó que hasta "los perros o los burros" practicaron el estraperlo, tras un aprendizaje previo.

En aquella época, la situación geográfica "privilegiada" de Ciudad Rodrigo y comarca fue "determinante" para la proliferación del estraperlo en toda la Raya, procedentes los productos de Portugal, para lo cual era decisivo "el conocimiento y dominio de los caminos, la pericia para eludir los controles y la imprescindible fortaleza del animal porteador".

En Ciudad Rodrigo, el concejal de Consumos Amós Belmonte era el encargado de controlar las mercancías que pasaban a la ciudad, siendo "de recto proceder y meticuloso en el control". Poco a poco la situación fue cambiando, pasando a la historia esos hombres y mujeres como "los encargados de sentar las bases del cambio para una España mejor". En el tramo final, se pudo escuchar una copla del año 1929 de la Rondalla Los X en torno a un incidente en la Puerta del Conde a la hora del control de los productos.

Como cierre, y tras recordar la importancia del comercio para la ciudad, animó a los comerciantes a seguir trabajando "como siempre lo habéis hecho, mejorando lo mejorable y conservando ese talante emprendedor".

Regalo de un Aleluya

Adoración Cañamero regaló a todos los asistentes un Aleluya sobre el Martes Mayor, elaborado por Manolo Peláez, amigo de la pregonera, quién sobre el escenario hizo entrega de otro ejemplar al alcalde Juan Tomás Muñoz, quién pronunció unas palabras para cerrar el acto, centradas en la figura de Amós Belmonte del que también se había hablado durante el pregón.

Juan Tomás Muñoz agradeció a Adoración Cañamero su pregón y su "implicación", considerándolo "un gran preludio de lo que mañana se avecina", animando a todos los presentes a que "disfruten como saben".