Todo muro se configura de algún modo como un panel de signos, de trazos, de señales, en los que dejamos la pulsión de lo que somos. Es lo que ocurre aquí: la puerta tras el pretil de granito; la ventana antigua con labradas maderas y reja de hierro forj
Todo muro se configura de algún modo como un panel de signos, de trazos, de señales, en los que dejamos la pulsión de lo que somos. Es lo que ocurre aquí: la puerta tras el pretil de granito; la ventana antigua con labradas maderas y reja de hierro forjado; el retrato del ser que habitó la casa... Todo ello configura unas marcas de vida, de existir, que vibran en este silencio de la imagen. Los signos en los muros. Tàpies y otros artistas contemporáneos aprendieron mucho de ellos, pues delatan mucho de lo que somos y de lo que aspiramos a ser.
José Luis Puerto (Texto) / Rosa Gómez (Foto)