PEÑARANDA | Fernando García visitaba este miércoles la ermita del Humilladero junto al Vicario General, Florentino Gutiérrez, para ver la escultura de primera mano y estudiar los pasos a seguir pasa su posible recuperación
La controvertida 'restauración' de una pequeña talla de San Miguel Arcángel, que en la actualidad se encuentra en la Ermita del Cristo del Humilladero, no ha escapado al interés mediático y mucho menos a la discusión en la calle entre vecinos y profesionales del gremio de la restauración.
Tal ha sido la repercusión en medios nacionales de esta situación que el Vicario General de la Diócesis de Salamanca, Florentino Gutiérrez, visitaba a primeras horas de la tarde de este miércoles el pequeño templo para ver de primera mano la imagen y conocer algunos detalles sobre los trabajos llevados a cabo en ella por un vecino de Peñaranda.
Fernando García, copárroco de la ciudad y voz autorizada por la Iglesia, en declaraciones a BRACAMONTE AL DIA, ha destacado que tras la visita se ha determinado que "serán técnicos dependientes del área de Patrimonio los que se encarguen de valorar la talla y la posible restauración que, a priori y según mi criterio, no presenta daño irreparable, aunque ellos tendrán que estudiar si se trata de un repintado o presenta más daños".
El sacerdote local ha querido puntualizar que sea como fuere "no se puede manipular ninguna imagen aunque este trabajo venga precedido por la buena voluntad", y asegura que el presunto 'restaurador amateur' pudo tener el consentimiento del anterior responsable de la parroquia de la ciudad para trasladar la imagen desde la ermita de San Luis hasta el Humilladero y, aunque no puede asegurarlo, hacer con ella lo que creyera conveniente, punto este último confirmado por fuentes municipales de aquel momento.
Fernando García ha señalado que la imagen de San Miguel Arcángel nunca ha salido del templo y que estuvo resguardada en la sacristía de la ermita, e incide en que "los curas no somos Guardias Civiles?, los fieles no pueden hacer trabajos así aunque sea con toda la buena voluntad, esta labor ha de dejarse a los profesionales del sector, por lo que no puede realizarse ninguna restauración sin permiso expreso de las correspondientes administraciones".
REACCIONES
Tras darse a conocer la noticia de la peculiar restauración de esta talla correspondiente al siglo XVII, las reacciones se han venido sucediendo desde numerosos ámbitos de la política y la sociedad peñarandina. Mientras los vecinos no salen de su asombro ante lo sucedido, la alcaldesa de la ciudad Carmen Ávila, ha mostrado a través de los medios de comunicación su profundo malestar por lo sucedido, y ha calificado lo ocurrido de "lamentable", por lo que ha pedido a las instituciones una mayor implicación para que situaciones así no vuelvan a repetirse.