En el primer parte facilitado por Cruz Roja figuraba únicamente un corredor trasladado al hospital por una fuerte contusión
Noble encierro de la ganadería salmantina de Pedraza de Yeltes para el cuarto festejo de San Fermín en Pamplona. Los astados de los hermanos Uranga realizaron el recorrido pamplonés en dos minutos y 37 segundos sin dejar más heridos que los corredores contusionados por las innumerables caídas en unas calles abarrotadas de corredores, según el primer parte facilitado por Cruz Roja.
Aunque el primer parte médico solo recogió tres mozos contusionados, uno de ellos por un traumatismo craneal en la zona del Ayuntamiento, posteriormente Cruz Roja informó de dos corredores heridos por asta con pronóstico grave. Ambos fueron intervenidos en los quirófanos de la plaza de toros, antes de ser trasladados al Complejo Hospitalario de Navarra. Uno de ellos presentaba una herida en el cuello de 12 centímetros que diseccionaba la tráquea y el cartílago hioides.
Tras que la manada saliera con mucha velocidad de los corrales, la caída de varios de los astados fue reduciendo el ímpetu de los de Pedraza de Yeltes hasta acondicionar su velocidad al estado resbaladizo de las calles, lo que motivó que la manada llegase prácticamente unida al coso pamplonica.
Así, los toros de Castraz de Yeltes esperan ya en los corrales para salir esta tarde al ruedo en el festejo cuyo cartel está formado por los matadores Curro Díaz, Iván Fandiño y Juan del Álamo.