Hay un oleaje de cordilleras, de líneas montañosas, que asciende hacia ese océano inmenso de las luces celestes, que santifican los perfiles de las montañas y los invisten de un misterio que alcanza y protege los pasos de los caminantes. Aquí, en este esp
Hay un oleaje de cordilleras, de líneas montañosas, que asciende hacia ese océano inmenso de las luces celestes, que santifican los perfiles de las montañas y los invisten de un misterio que alcanza y protege los pasos de los caminantes. Aquí, en este espacio, caminar es buscar ese centro sagrado que se encuentra en la montaña más alta, donde se halla la Madre, que, desde su potestad, da sentido a todos nuestros pasos.
José Luis Puerto (Texto) / Rosa Gómez (Fotografía) www.emotional-landscapes.com