‘Habla Beatriz’, Sagrario Rollán y Agustín B. Sequeros, filosofía y literatura

Hay algo cálido, cercano, hospitalario entre las paredes de la librería Letras Corsarias. Será su tripulación, siempre presta a apartar los libros y hacer sitio a la palabra, a la poesía, al teatro? serán sus muros cubiertos de títulos prometedores o esa capacidad de abrir las páginas de sus tardes literarias. Y es en esta tarde nublada y cálida el tiempo de la poesía, de la filosofía y del recuerdo de una mujer vestida de rojo, Beatriz, la joven florentina que inspiró a Dante La Vita Nouva publicado en 1293 y le acompañó por los círculos amorosos de La Divina Comedia.

El libro de poemas Habla Beatriz de la escritora, pintora, profesora de filosofía y articulista de Salamancartvaldía Sagrario Rollán es un hermoso ejemplo de poesía compleja, concisa, plena de significados culturales y sugerentes lecturas. En él otorga voz a la musa por excelencia dándole un cuerpo que va más allá del amor, más allá de la mirada del hombre y hasta de su propia época. Transcendente y lejos de la complacencia, Sagrario Rollán, experta en poesía mística y en el pensamiento de María Zambrano, está acompañada por las magníficas ilustraciones de Ana María Rodríguez, pintora que entendió muy bien el imaginario de la autora y que respetó su deseo de que todas las imágenes fueran en blanco, negro y rojo, el color que identifica a esta Beatriz que os habla a través de los breves poemas que componen el libro.

Arropada por sus compañeros, amigos y alumnos. Sagrario Rollán no ha estado sola en este encuentro en Letras Corsarias. A su lado, desde el conocimiento y la admiración, el poeta y traductor Agustín B. Sequeros, hizo una lectura erudita y enormemente enriquecedora de la escritura de la autora. Sequeros, un poeta que lee a otro generosamente, nos recordó el papel de la música en la poesía de Rollán, su vinculación con la mística y el convencimiento de que el muro de la realidad humana se alza frente a nosotros, pero el arte os deja alzarlo y mirar más allá.

La complejidad fue un tema reiterado por la propia autora, quien bromeó con la posibilidad de hacer una edición de los poemas con comentarios incluidos, como en la literatura clásica. No en vano fue el propio Dante quien añadió los comentarios a sus poemas amorosos, como San Juan de la Cruz explicó los suyos. Una complejidad que hace de la lectura del libro una experiencia enriquecedora que ha perdido el miedo al hermetismo, según la autora, gracias a las aportaciones de sus lectores y, sobre todo, de Agustín B. Sequeros. Para Sagrario Rollán, dedicada a estudiar la figura de la mujer en el arte, la imagen femenina debe ir más allá de ser la musa, la poesía eres tú y tomar la palabra. Una palabra que, en el caso de su Beatriz no habla con Dante, sino que conjura la distancia más allá de ser objeto amoroso. Se trata de reivindicar una voz de mujer absolutamente original desde la tradición amorosa cortés, romántica? que va al conocimiento platónico y místico. Se trata para la autora, de transcender el tiempo yendo, según Zamarreño, también al hilo de los poemas, de la erótica a la poética.

Las palabras de Sagrario Rollán fueron apuntaladas por los comentarios de Agustín Sequeros, quien reconoció en la autora la huella de la filosofía de María Zambrano, buscando los ecos, reflejos y claros que conforman la vuelta a ese núcleo de donde surge todo, un libro de poemas de deseo y no de amor cumplido. Un libro que, para Sequeros, ha sido fruto de un momento oportuno, un kairós griego que nos devuelve a la experiencia compleja, atenta, entregada, plena de cultura y de conocimiento. Sin miedo a la dificultad, al ansía de saber, al amor de los clásicos y de la cultura humanística, la valentía de Sagrario Rollán transciende más allá de la propia Beatriz y le da voz al deseo, el deseo de saber, de comprender, de responder con una voz propia. Esa voz acompañada que tuvimos el privilegio de escuchar en un paseo por esos círculos que nos llevan más allá de nuestra vida cotidiana para tener, como dijo la autora la osadía de querer una palabra nueva, roja y blanca, una vida nueva, más allá del amor. Amor, amor y pedagogía.

Charo Alonso

Fotografía: Fernando Sánchez Gómez