La película será presentada a la industria audiovisual en el Festival de Cine Cannes en un pase privado
El realizador salmantino Jonathan Cenzual ya tiene el primer tráiler de su tercer largometraje El Pastor, rodado el año pasado en Salamanca. La película, que actualmente se encuentra en fase de ventas, a través de la compañía WIDE, será presentada a la industria audiovisual en el Festival de Cine Cannes en un pase privado a productores y distribuidores internacionales. El Pastor se grabó en el mes de octubre de 2015 en la provincia y la ciudad y contó entre sus protagonistas con un amplio elenco de actores salmantinos: Miguel Martín (Celda 211) es el protagonista de la historia y está acompañado por Alfonso Mendiguchia, (Teatro los Absurdos y La Malhablada) Maribel y Maite Iglesias (La Malhablada) y Juan Luis Sara entre otros.
Salamanca, Monterrubio y la Armuña forman parte de las diferentes localizaciones, el paisaje de la meseta castellana, que siempre ha formado parte de los largometrajes del director en sus anteriores trabajos: El alma de las moscas (2011) y El Año y la Viña (2013) han sido ambientados en la provincia salmantina.
El realizador salmantino tiene una amplia proyección internacional ya que sus películas han contado con distribución en cines del Reino Unido, USA y Sudamérica además de participar en diferentes festivales de contrastado prestigio como Londres, Sao Paulo, Karlovy Vary, Varsovia, Mill Balley, Barcelona, Cleveland, San Louis o Nápoles.
La historia gira en torno a un pastor que vive modesta, pero apaciblemente en una casa de un pueblo del interior de España, un ambiente lo suficientemente bucólico para él como para ignorar las ofertas que le llegan desde una constructora que pretende comprar su terreno para edificar una urbanización y un centro comercial. Frente al no querer vender del pastor se encuentran las ansias de dinero de los dueños de los terrenos colindantes, que sólo responden a la lógica de sus propios intereses. La eterna lucha de conflictos que se desarrolla en un mundo rural y claustrofóbico con un trasfondo de esqueléticas mesetas y ciudades dormitorio dónde, como un western moderno, todo se va deshilachando hasta hacer que lo que a primera vista es un simple desacuerdo por una venta de terrenos converja en un inevitable y violento final. Una metáfora sangrienta de la codicia de aquellos que, por llevar a cabo sus planes, no dudan en utilizar cualquier método que se les ponga a tiro.
El proceso de financiación de la película, además de los cauces tradicionales ha contado con el apoyo de una campaña de crowfounding a través de las redes sociales. El largometraje cuenta con el apoyo del Ayuntamiento de Salamanca a través de Salamanca Film Commission, la Fundación Salamanca Ciudad de Cultura y Saberes y la Diputación de Salamanca.