Estas dos mujeres, en su charla íntima, en medio de la calle, configuran, son un verdadero centro del mundo. Las ampara la luz y también esas ventanas cruciformes y esas encrucijadas de las calles que hacia ellas confluyen. Se encuentran en un ámbito prot
Estas dos mujeres, en su charla íntima, en medio de la calle, configuran, son un verdadero centro del mundo. Las ampara la luz y también esas ventanas cruciformes y esas encrucijadas de las calles que hacia ellas confluyen. Se encuentran en un ámbito protector, antiguo, familiar para ellas. Y por eso, en ese mero estar charlando detenidamente, están participando de una celebración, de la que acaso no sean conscientes.
José Luis Puerto (Texto) / Rosa Gómez (Fotografía)