Por Rodrigo Del Castillo Medina, joven de 29 años, 'speaker', presentador y natural de Villoruela
Aliento al desaliento,
respiración profunda que ahoga
viento que zarandea un interior
abrumado en noches de insomnio
cuando todo está en calma.
Diagnóstico:
Fatiga de besos,
corazón insensible,
disfunción hormonal severa.
Tratamiento a su alcance
y lo arrojó por la ventana.
Aún sigue el cristal roto
nadie se atreve a arreglarlo
hay esquirlas sueltas
que hacen sangrar la herida
cuando es tiempo de cicatriz.
Las flores enferman de miedo
las letras se esconden en los libros
los cines se cambian del blanco al negro
los conciertos suspendidos tras la tormenta
los amigos siempre ayudan
y la ayuda acaba en la acera,
las sábanas tiemblan de frío
al sentir su espalda de madrugada.
Todo y todos están a alerta.
La pregunta es:
¿quién o qué será el próximo?
Quizás nunca lo entendió,
pero su auto-indulgencia
hizo que los demás cargasen
con los errores que cometió.
Yo, ancho de espalda,
sigo dispuesto a ayudar.
Rodrigo Del Castillo