Juan María Moro invita a los defensores del lobo a que le ayuden a curar las heridas, porque "son mis animales y los quiero, y, como el lobo, también tienen derecho a la vida"
El lobo ha vuelto a hacer acto de presencia en Guadramiro, en esta ocasión sobre un rebaño propiedad del alcalde del municipio, Juan Marúa Moro Criado, al que dejaba con dos ovejas muertas y nueve heridas, cinco de ellas con graves heridas, lo que obligará al ganadero a su sacrificio. Además, también se han contabilizado cinco ovejas más desaparecidas.
El ataque se producía en una parcela de Guadramiro situada en las proximidades de los términos municipales de Valderrodrigo y Encinasola de los Comendadores, paraje denominado como Valherrero, y donde pastaban 185 ovejas de actitud cárnica.
Según manifestaba a este diario el alcalde y al mismo tiempo ganadero afectado, al principio los agentes de Medio Ambiente tenían alguna duda de si era lobo o perros, pero tras ver las huellas en el barro y las mordeduras de varias ovejas en el cuello, no dejaba lugar a otra interpretación de que ha sido el lobo el causante del ataque.
Este podría ser el mismo animal que ayer martes habría atacado en Picones matando un ternero, y el mismo que hace ocho días había matado otro ternero a este mismo ganadero.
Juan María Moro narraba cómo esta mañana al observar un grupo de ovejas sobre un rincón de la parcela le hizo intuir de que "algo había pasado. Cuando me acerqué ya vi las dos muertas y varias que no se levantaban, y en cincos minutos que fui a buscar el remolque, los buitres ?cientos de ellos? se habían comido una de las dos muertas por completo. Solo han dejado el pellejo y los huesos", aseguraba.
Sobre las críticas hacia los ganaderos y que parten desde defensores del lobo, Juan María Moro hacía un llamamiento explícito para que "aquellos que defienden el lobo están invitados a que me acompañen a hacer noche hoy junto al rebaño, porque no puedes tener una nave en cada parcela y no tengo otro sitio donde tenerlas; y también están invitados a que vengan a sacrificar las ovejas que han quedado moribundas, y a que me ayuden a curar el resto de las heridas, porque son mis animales y los quiero, y, como el lobo, también tienen derecho a la vida".
Cabe recordar que el pasado 20 de enero se registraba en esta misma localidad un ataque de lobo con ocho ovejas muertas y 14 heridas.