Los astados de Los Puentes de Castillejo brindan una mañana tranquila y correcta

Tras el éxtasis del fin de semana, Ciudad Rodrigo ha entrado en la segunda parte de su Carnaval del Toro, aquella en la que los mirobrigenses son los principales protagonistas, aunque en la mañana del lunes todavía se podían ver a muchas personas de fuera, que estaban disfrutando además de una climatología bastante idónea, con el cielo nublado, pero con buena temperatura.

En esta jornada de Lunes, los protagonistas son astados de la ganadería de Los Puentes de Castillejo, que durante el tramo matinal brindaron una sesión tranquila y correcta. Para empezar, el encierro -en el cual subieron los cabestros por delante y los toros por detrás, en principio estirados y luego más agrupados- fue bastante rápido, alcanzando toda la manada la Plaza en poco más de seis minutos.

Al llegar al coso, hubo un momento de peligro, ya que dos personas cayeron al suelo justo delante del primer toro, que no hizo demasiada intención de ir a por ellos. A la hora de meter a la manada en toriles, fue necesario un 'segundo intento', ya que después de entrar toda la manada en ese callejón de toriles, volvieron a salir a la arena, siendo necesario que también regresaran los cabestros. El encierro se dio concluido en apenas 10 minutos.

En torno a las 11.40 horas, comenzó la capea, que contó con tres astados, uno de los cuales salió en dos ocasiones. Los astados dieron un juego correcto, luciéndose especialmente los escasos maletillas que había en la arena (solo 5) que pudieron darles unas cuantas series a los astados con comodidad y sin pitos por parte del público. Como es habitual, los recortadores también tuvieron su tiempo, con salto incluido.

La capea fue bastante limpia, siendo la principal incidencia dos caídas tras pasar por delante del toro que se saldaron sin consecuencias ya que los astados no fueron a por esos mozos, y además, enseguida salieron otros al quite. Por su parte, otro mozo se tuvo que levantar la pernera del pantalón para ver si el toro le había llegado a hacer algo tras pasarle el cuerno rozando la rodilla.

A la hora de entrar a los corrales, los toros no tardaron demasiado, soltándose el desencierro a las 13.00 horas. Tras la rapidez de los eventos previos, aquí llegaron los problemas, ya que dos toros se quedaron rezagados, en la zona alta de los pinos. A uno de ellos se le pudo llevar hasta los toriles, mientras que del otro intentaron tirar con una soga, pero el astado se cayó a medio camino, y no hubo más remedio que darle muerte en mitad del recorrido, siendo retirado posteriormente con una pala.