Masivo acompañamiento de los mirobrigenses a su Patrón

Ciudad Rodrigo festejó en la mañana del miércoles a su patrón, San Sebastián, con una larga sesión de actos (de unas 3 horas de duración) que comenzó en la calle Toro, a las puertas de la casa de José María Maíllo del Castillo, una de las personas que ha ejercido este año la Mayordomía del patrón junto a Julián Maíllo del Castillo y Alejandro Hernández Pérez.

Acompañados de numerosos cofrades, y ya con el sonido del Ya me lo suben, ya me lo bajan de los tambores, todos ellos se dirigieron hacia las puertas de la Casa Consistorial, donde esperaban la Banda Municipal de Música y los miembros de la Corporación participantes en los actos, que se desarrollaron en una mañana de cielo principalmente nublado y temperatura fría.

Encabezados por el alcalde Juan Tomás Muñoz, asistieron (todos ellos escoltados por los maceros) Begoña Moro, Joaquín Pellicer, Cristian González, Marcos Iglesias, Miguel Matías Rubio, Ramón Sastre, Carolina Paniagua, José Manuel Jerez y Jesús Sánchez Agudo. De los ausentes, hay que apuntar que Carlos Fernández Chanca estaba en el Pleno de Presupuestos de la Diputación; Beatriz Jorge Carpio estaba acompañando a un grupo de turistas; y Azahara Martín estaba en FITUR.

En materia de autoridades, también estaba presente el Jefe de la Policía Local, Narciso Caridad, y un representante de la Guardia Civil (el capitán estaba participando en los actos del Campeonato de Cross Militar). Toda la comitiva unida se dirigió hacia la Catedral de Santa María, donde el Obispo Raúl Berzosa presidió una Eucaristía.

Como es tradición, el Obispo lanzó algunos mensajes especiales durante su homilía, aunque este año, optó por no ofrecer "unas claves o pautas para seguir caminando como ciudadanos y cristianos" por "respeto a quiénes no comparten nuestras creencias y han tenido la deferencia de participar en la celebración".

Lo que hizo Raúl Berzosa fue enumerar una serie de "Bienaventuranzas" para "crecer juntos, como mirobrigenses-civitatenses, porque afectan no solo a quienes ostentan el poder o son políticos de profesión, sino a todos los ciudadanos". Entre esas Bienaventuranzas se encontraba por ejemplo "Bienaventurados quienes escuchan al pueblo, antes, durante y después de las elecciones; quienes escuchan su propia conciencia, quienes escuchan a los más indefensos y desprotegidos; y quienes no están cerrados a escuchar a Dios en su corazón".

Concluida la homilía, fue turno para iniciar la procesión, momento para el cual esperaban otros cuantos mirobrigenses a la puerta de la Catedral (incluida la Banda de Música). El inicio de la procesión (en la cual San Sebastián fue portada durante buena parte del trayecto por Bomberos Voluntarios) fue algo caótico, estando por ejemplo muy separados entre ellos los miembros de la Corporación Municipal.

La comitiva ganó en orden al paso por la Plaza Mayor, donde como es tradición sonó el Reloj Suelto al entrar la imagen del Santo, que posteriormente continuó su trayecto por la calle Madrid, Registro, rotonda del Árbol Gordo, Parque de La Glorieta, calle Lorenza Iglesias, y calle San Cristóbal para llegar al lugar donde la imagen del Santo pasa el resto del año, la Parroquia de San Cristóbal, a cuyas puertas estaba esperando el párroco Rafael Caño.

Como es habitual, y al igual que ocurrió al salir de la Catedral, sonó el Himno de España, y se lanzaron varios vivas. Dentro del templo, el Obispo procedió a cerrar la parte religiosa de la celebración, al tiempo que se daba a besar la reliquia de San Sebastián, que fue portada durante la procesión por el canónigo de la Catedral Prudencio Manchado (también estuvo presente Nicolás Martín Matías).

Ya sin imagen del Santo, tocó regresar al centro histórico de la ciudad. Como primeras paradas, se dejó a las puertas de la Catedral a Nicolás Martín Matías y Prudencio Manchado; y a las puertas del Palacio Episcopal al Obispo Raúl Berzosa, quién deseó que el año que viene todos los presentes puedan repetir asistencia a la celebración. Además se lanzaron varios vivas.

La comitiva restante se dirigió a la Plaza Mayor, para dejar a la Corporación Municipal, de la que se despidieron los mayordomos y el director de la Banda de Música, Manuel Pérez de Burgos. Como manda la tradición, la Banda se marchó del ágora al ritmo del Forastero y entre los aplausos del público todavía allí congregado.

Como cierre, se concluyó donde había empezado la mañana, al inicio de la calle Toro. Allí tuvo lugar la despedida de los mayordomos por parte del resto de cofrades de San Sebastián. Como anécdota, hay que apuntar que en el tramo final del recorrido callejero aparecieron en escena varios participantes en el Campeonato de Cross Militar, que estuvieron entrenando por las calles mirobrigenses.