TAMAMES | La localidad celebra este viernes la curiosa tradición de la fiesta de la Santa Infancia
El próximo viernes los vecinos de Tamames vuelven a tener una cita con su historia propia, una curiosidad etnográfica recuperada en este municipio salmantino y que es conocida como la Fiesta de la Santa Infancia. Grandes y pequeños saldrán a la calle este fin de semana para hacer sonar los cencerros en una jornada única en la provincia y que tendrá su recompensa con un buen chocolate caliente.
Una costumbre, la cencerrada de Tamames, que data del año 1950 cuando el Papa Pío XII instituye el Domingo Mundial de la Infancia Misionera, día en que los niños cristianos ayudarían a otros niños de misiones con dinero y que en España se celebra el cuarto domingo de enero.
Por estas fechas Juan Hernández, párroco de Tamames, tuvo la idea de convocar a los niños al son de una esquila para, junto a sus monaguillos, recorrer las calles del pueblo pidiendo dinero para los necesitados acompañándose de cánticos
"Somos los niños de la Santa Infancia y queremos salvar a los hermanos"
La fiesta duraba tres días terminando el domingo con una tarde de juegos y merienda en la Dehesa. Poco a poco la esquila fue sustituida por los cencerros, cada vez más madrugadores y el carácter educador, lúdico y solidario que dio origen a la fiesta se disipó quedando el sonido familiar del que se sigue disfrutando cada mes de enero en Tamames.