La mayoría de ellas puede datarse entre 1870 y 1905, la época de mayor esplendor tanto por su calidad, como por su cantidad (GALERÍA DE FOTOS)
La Casa Lis presentó este martes la colección de autómatas en movimiento del Museo Art Nouveau y Art Déco. Se trata de una actividad de mantenimiento y conservación de las piezas que este año el Museo quiere mostrar al público, ya que no es habitual disfrutar estas obras en movimiento.
Manuel Ramos Andrade, mecenas del Museo que donó a él sus colecciones, era un experto en la historia y evolución de la muñeca francesa y alemana y seleccionó las piezas que se exhiben actualmente en la Casa Lis atendiendo a su calidad, rareza y estado de conservación.
El resultado es la magnífica colección de más de 400 muñecas de porcelana del Museo Art Nouveau y Art Déco, colección de carácter público considerada como la mejor a nivel mundial. Entre ellas, destacan los doce autómatas franceses de prestigiosos talleres como Roullet & Decamps, Vichy o Lambert. Ocho de estas piezas dotadas de automatismos y música fueron adquiridas y donadas por Ramos Andrade y otras cuatro se incorporaron posteriormente a la colección.
La mayoría de ellas puede datarse entre 1870 y 1905, la época de mayor esplendor de los autómatas, tanto por su calidad, como por su cantidad. Todas ellas son originales y sus mecanismos funcionan perfectamente, conservando sus vestidos, porcelanas y los acordes auténticos de sus músicas.
Con el fin de conservarlas y mantenerlas, se ponen en funcionamiento una vez al año, labor que el Museo Art Nouveau y Art Déco ? Casa Lis deseaba mostrar al público. Además de los autómatas, el Museo también exhibe piezas de las mejores manufacturas francesas (Jumeau, Bru, F. Gaultier, A. Thullier, Schmitt, Steiner y Petit & Dumontier, entre otras) y los talleres alemanes más representativos (Simon & Halbig, Heubach, Kestner, Kämmer & Reinhardt, Armand Marseille y Bruno Schmidt), así como "muñecas de carácter" de aspecto y gesto realista; graciosos Googly de peculiar expresión o Kewpies, unos adorables cupidos inspirados en los dibujos de la americana Rose O'Neill.
El acceso era libre y gratuito hasta completar aforo y eso provocó que existiera mucha demanda e hizo que más de 50 personas que quedaran en la calle sin poder acceder al museo.
Fotos: Alberto Martín