Venía en el tren de Madrid-Salamanca que sale a las 17,8 de Chamartín. Se detuvo en un pueblo, por razones que desconozco, Cardeñosa (Avila), y unos adolescentes que estaban en la estación nos ofrecieron un espectáculo gratis sorprendente: empezó uno masturbándose, en el andén de la estación, y le acompañaron otros cuatro o cinco bajándose los pantalones y enseñándonos el "culo", entre risas.
Es seguro que no se trata de exhibicionistas, parafilia bien conocida, sino de adolescentes educados por nuestras televisiones, internet, etc. , que pasaron un rato de excitación y risas haciendo algo prohibido ante obligados espectadores que nada podían decir ni hacer, en estos trenes herméticamente cerrados.
Un escena que se puede ver e interpretar de muchas formas, en una estación, entre tantas, abandonada, de nuestros pueblos: una escena bien jocosa, una falta de educación, una provocación sexual, una manera de de hacer algo ante adultos que no podrían hacer ante sus padres y educadores, una forma de mostrar su sexualidad prohibida, etc. No se trata de hacer sangre con una escena así, hoy que las vemos en la tele, con frecuencia. En todo caso, espero que el pueblo, como he visto en internet, sea conocido por otras cosas que sin duda valen la pena.
Lo cierto es que hemos pasado de reprimir la sexualidad y ubicarla en lo secreto, como fantasías y conductas furtivas, al otro extremo, a publicitarla de manera provocadora, en lugar de haber aprendido a ser más libres, pero, a la vez, más respetuosos con los demás. El cuerpo, la sexualidad y la intimidad son nuestros, de cada uno de nosotros; y bueno es saberlo disfrutar solos o en compañía; pero estas escenas demuestran el fracaso de la educación familiar, escolar y sanitaria, manteniendo la sexualidad en lo secreto (aquello de lo que no se puede hablar o se habla para ocultarlo, como dijera Foucault, o usándola para provocar a los demás).
Chicos de Cardeñosa, a mi me hubierais hecho reír, si no fuera porque me duele esta España cuya educación sexual está en manos de la tele, internet y compañeros como éstos, que se divierten haciendo este teatro esperpéntico.
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